En enero de 2011 se inauguró en la aldea La Trinidad, del municipio de Sabanagrande, la estación de bomberos Salvador La Guardia, con la que se pretendía atender las emergencias en cuatro mancomunidades vecinas.
La unidad se instaló para brindar servicios a los municipios de Santa Ana, Ojojona, San Buenaventura y Nueva Armenia, que juntos aglomeran una población de alrededor de 100 mil habitantes.
Después de invertir dos millones de lempiras en la construcción del inmueble, las autoridades de Sabanagrande estimaron que contarían con el apoyo de los municipios aledaños para ponerlo en operación. Empero, los alcaldes de estos municipios le dieron largas a la asignación presupuestaria al punto que hoy en día el edificio está en completo abandono.
Óscar Triminio, portavoz del Cuerpo de Bomberos, informó que el principal contratiempo para la apertura de la unidad es el presupuesto.
“Hemos sostenido reuniones con los alcaldes, les hemos ofrecido el equipo y capacitación a pobladores para que laboren en la estación, pero ellos afirman que no tienen fondos para asumir los salarios”, detalló.
Triminio aseguró que una de las soluciones propuestas es que cada municipio aporte 50 mil lempiras mensuales para sufragar los gastos administrativos, salarios y mantenimiento de las unidades.
Pero esta cifra resulta ser inalcanzable para los municipios que tienen presupuestos de entre 10 a 16 millones de lempiras al año, según los jefes edilicios.
La posición de los ediles
Omar Aguilar, alcalde de Ojojona, manifestó que el principal problema es el económico, pues la municipalidad apenas tiene un presupuesto de 16 millones de lempiras, de los cuales el 45 por ciento es intocable pues se destina a salud, seguridad y educación, afirmó.
“Nosotros no cobramos el impuesto de tasa bomberil y consideramos que no podemos agregar una tasa más. Para un proyecto de alcantarillado que está en ejecución muchos habitantes no se han conectado porque no tienen para costear el pegue, que vale 2,000 lempiras”, ejemplificó.
A la vez aseguró que muchos de los ciudadanos que tienen la conexión ni siquiera pagan la cuota mensual de 50 lempiras por el servicio.
En el caso de Sabanagrande, que es el municipio que administraría la estación, el jefe edilicio German Díaz aseguró que ya se realizó un cabildo abierto para el cobro de la tasa bomberil, tal como se cobra en la capital el impuesto de bienes inmuebles, pero la ciudadanía rechazó la propuesta por considerar que representaba un golpe a su economía.
En el Distrito Central, los capitalinos pagan entre 100 y 500 lempiras por el servicio de bomberos.
“Estamos hablando de comunidades muy pobres, ese es el problema, pero como municipalidad podemos recortar gastos en algunas áreas para aportar con algo, pero esos 600 mil lempiras que nos piden anuales es demasiado”, afirmó. La misma situación han expuesto los alcaldes de San Buenaventura y Nueva Armenia, aseguró.
Ante el impasse económico de estos municipios, el secretario de Derechos Humanos, Justicia, Gobernación y Descentralización (SDG), Rigoberto Chang Castillo, aseguró que los alcaldes deben enviar una carta a esta dependencia para solicitar ese presupuesto.
“A la fecha no nos han comunicado sobre este problema, pero si hacen la solicitud con gusto el gobierno buscará los recursos para poner en funcionamiento la estación”, afirmó.
Fuente y foto: www.elheraldo.hn