El antiguo jefe de bomberos de la localidad, Henry Uzcátegui, se vio en la necesidad de renunciar al cargo tras recibir amenazas de muerte. La frase que taladró la mente de Uzcátegui fue: “Si sigues allí iremos por ti”.
“Los rumores que corren por las calles del municipio es que los líderes de ambas bandas no quieren que se atiendan a los caídos de la guerra existente por el control de la zona”, manifestó Alexánder Fuenmayor, quien tomó el mando de la sede, el viernes.
Aunque aseguran que no reciben amenazas directas, si han llamado en varias oportunidades a amedrentar a los bomberos.
El lunes 7 de marzo, la sede fue tiroteada por motogatilleros. Al inicio se creía que el móvil del ataque era el pasional, pero eso fue desmentido por Fuenmayor. “No conocemos las causas por las cuales se registró el atentado en nuestra contra, esa versión de que fue por un lío de faldas es totalmente falsa, posiblemente este ligada con las amenazas que hemos recibido”, comentó el nuevo jefe de Bomberos.
Fuenmayor concluyó asegurando que están cumpliendo con su trabajo y obligación.
El temor se refleja en el rostro de los habitantes de Santa Rita, cuando escuchan el sonido de una moto o un vehículo a exceso de velocidad y corren para resguardar sus vidas.
Habitantes de la localidad aseguraron que ya no pueden pintar las viviendas o emprender un negocio porque inmediatamente les cobran vacuna. Destacaron que la vendetta solo dejaba delincuentes muertos, pero ahora también cobra la vida de inocentes.
El pasado diciembre se dio inicio a la matanza cuando sicarios de “El Puchungo”, asesinaron a Erick Chourio, hermano de “Pepito”, quien fungió como “pram” en la extinta cárcel de “Sabaneta”.
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