Buenos Ares – Beriso.- Luis Jorge (95) es el más antiguo bombero de la Región, aunque él, en rigor, asegura que es “el más veterano de Latinoamérica”. Está por cumplir 75 años de servicio (ingresó al cuartel el 28 de julio de 1938, según recuerda con rigurosa memoria), y en todo ese tiempo le tocó participar en los incendios y explosiones de mayor gravedad que ocurrieron en los petroleros que anclaban en el Puerto La Plata.
No obstante tamaña experiencia, la situación que más lo conmovió, que le dejó una marca imborrable, se remonta a una noche de 1945, en Berisso. “Estuve ocho días combatiendo el fuego del San Blas, pero todavía más que eso me impactó una historia que protagonicé incluso sin tener en ese momento puesto el uniforme. Volvía a mi casa – cuenta- y sentí los gritos de una mujer que venían de la vereda de enfrente de la cuadra por la que yo camina. Tenía unos 16 años y la habían apuñalado.
Como el clásico monumento al bombero, que carga una persona en sus brazos, yo la alcé y corrí tres cuadras para que la asistan en una salita. Llegamos, la cargaron en una ambulancia y la acompañé hasta el Policlínico. A la altura de 122 y 60 la muchacha falleció y yo llegué a las cuatro de la mañana a mi casa, desarmado por lo que me había tocado vivir, y tuve que bañarme con agua fría en el patio de mi casa para sacarme toda la sangre”. Jorge nunca se alejó del todo del cuartel. Pertenece a la reserva del cuerpo y aunque ya no apaga incendios sigue calzándose el uniforme de subcomandante, recargado de medallas, cada vez que la ocasión lo merece.
fuente: www.eldia.com.ar