Advierten que debido a las últimas emergencias se han gastado todo el recurso que tenían previsto para la temporada de verano. También se quejan de utilizar la misma indumentaria para incendios forestales que para los incendios estructurales, además de perder material para combatir los siniestros que afectan más directamente a la población.
Aviso recibido y los bomberos de la comuna de Paihuano se ponen en marcha hacia el lugar del incendio. Es el momento en que dejan a sus familias, ocupaciones y corren a sus cuarteles. Allí los esperan los trajes estructurales, sus cascos y sus botas, muchas veces en mal estado. Y con más corazón que recursos, salen a combatir los incendios. Y muchas veces no uno, sino que dos. Y con pocos de días de diferencias, como ha sucedido este mes de noviembre.
Si, un mes que ha sido bastante activo y que ha dejado al descubierto la falta de equipo para hacer frente a estas emergencias empleando las pocas herramientas con que cuentan para extinguir los incendios forestales.
Gabriel Barahona, secretario de la primera compañía de Bomberos de Pisco Elqui, advierte que la situación no es fácil, debido a que producto de las dos últimas emergencias se han gastado todos los recursos que tenían administrados para el resto de la temporada de verano. Y eso, obvio, los tiene intranquilos.
Por ejemplo, “en términos de combustible estamos viviendo un déficit y lo otro es que el material que usa bomberos es extremadamente caro. Además, tuvimos la pérdida de parte de nuestro material, ya que se nos quemaron mangueras y también perdimos una motobomba. Entonces, entre las compañías que somos de la comuna de Paihuano hemos tenido que distribuirnos, prestarnos equipos y por eso estamos muy complicados en caso de que ocurran incendios de mayor envergadura de aquí en adelante”.
Es que por ser de una comunidad rural, explica Barahona, “no contamos con los recursos económicos, puesto que somos muy pocos y los recursos se nos hacen escasos. Además, en lo que respecta al petróleo, los carros bomba utilizan alrededor de 100 litros y los incendios de esta magnitud pueden durar hasta las 20 horas, entonces una llenada de estanque nos dura sólo un incendio porque el carro funciona las 20 horas”.
Por ejemplo, en lo ocurrido en la Quebrada de Pinto, además de haber perdido mangueras, “ya que por tratar de evacuar tuvimos que dejar mucho material y se nos quemaron mangueras que son parte fundamental de los incendios”, también quedó en evidencia que la vestimenta no es la más adecuada para combatir estos tipo de incendios.
“Nosotros contamos con trajes que no son los adecuados para combatir estos incendios forestales, pues tenemos equipamiento para combatir incendios estructurales, y son muchos más pesados y provocan deshidratación. Pero siempre hemos tenido esa carencia, pues nunca hemos tenido trajes especiales para combatir incendios forestales. Entonces comprenderán que además de las temperaturas propias del lugar, hay que agregarle el calor del traje. Y lamentablemente los bomberos sufren por la cantidad de horas de trabajo, deshidratación, insolación, exceso de fatiga, agotamiento muscular. Pero es una realidad nacional y más en comunas rurales como la nuestra”.
Por estos días, las autoridades mayores -comandante y superintendente del cuerpo de bomberos de la comuna de Paihuano- están haciendo un balance de cuánto combustible se tiene almacenado para poder enfrentar lo que resta de la temporada, “pero ojalá nos dure hasta fin de año. Esperemos que no tengamos que ir a prestar servicios a uno de estos incendios grandes y quedarnos sin combustible. Hemos tratado de comunicarnos con la Onemi y Conaf, pero no se han hecho presente en la entrega de recursos. Es más. Nuestro cuerpo de bomberos ya se presentó con la Junta Regional de Bomberos y presentó la inquietud para ver de qué manera podemos mitigar esta carencia de recursos”.
Uno de los incendios fue grabado por ellos mismos y subido a facebook, y se hizo básicamente para que la gente viera las condiciones en las que están trabajando.
“Ahora tenemos las herramientas para poder mostrar y decir con base que estamos sufriendo una carencia de recursos. Llevamos dos incendios de magnitudes y aún no comenzamos la temporada de verano. Por ejemplo, para el último incendio, donde tuvimos que contar con apoyo de los cuerpos de bomberos de Vicuña, La Serena y Coquimbo, se desplegó mucho material y también personal. Pero estamos colgando de una soga. Hemos evaluado aristas de qué vamos a hacer en caso de otro incendio y llegamos a la conclusión de que si antes sacábamos tres carros, ahora tendríamos que dejar uno en el cuartel. Para que se entienda, los carros son la prioridad, ellos salen sí o sí, pero los que no salen son los vehículos de traslado personal o vehículo de rescate, lo que es complicado, porque si ocurre un accidente con un bombero o algún civil, hay que desplazarlo hasta una unidad médica o sacarlos de la zona de riesgo”.
fuente: diarioeldia.cl