Los peores incendios forestales en la historia de Chile avanzan descontroladamente, al tiempo que ya se cobraron una vida: un bombero quedó envuelto por las llamas mientras intentaba ayudar a una familia rural.
Los siniestros han consumido más de 189.496 hectáreas en el país en las últimas semanas y han calcinado viviendas rurales, graneros con forraje, bosques y ganado, mientras los lugareños huyen de las gigantescas lenguas de fuego.
Según la Corporación Nacional Forestal (Conaf), 36 siniestros están activos en los cerros y bosques del centro y sur chileno y otros 60 focos están controlados, lo que significa que, aunque ya no exhiben lenguas de fuego, la tierra está hirviendo porque las raíces de la vegetación siguen quemándose debajo de la superficie. Cualquier cambio o aumento en la velocidad del viento podría reactivarlos.
El voluntario Hernán Avilés González (27) es el primer bombero que muere en medio de este desastre ambiental que comenzó hace 11 días. Falleció en Santa Olga, adonde había acudido a ayudar.
Desastre
La Conaf indicó que son decenas los poblados y las comunas en peligro de ser alcanzados por incendios de “comportamiento conflictivo” que avanzan hacia ciudades como Cauquenes, 350 kilómetros al sur de Santiago, o la comuna de Florida, cuya escuela y varias casas ahora son cenizas.
Bomberos entrevistados por la televisión estatal suplicaron por aeronaves lanzaagua para poder acercarse y hacer cortafuegos.
En ese sentido, Lucy Ana Avilés, una chilena residente en Estados Unidos, donó el servicio del mayor avión cisterna del mundo, el Supertanker, que tiene capacidad para transportar 73.000 litros de agua, que despegó desde el aeropuerto de Santiago para colaborar en el combate.
La presidenta Michelle Bachelet visitó ayer la localidad de Empedrado, 360 kilómetros al sur de Santiago, donde fue duramente increpada por varias mujeres que hace días viven con la amenaza del fuego cerca de sus casas.
fuente: www.lavoz.com.ar
