Ciudad del Este. – Acostumbrada a apagar incendios, rescatar, dar primeros auxilios como bombera, ahora vive por primera vez el hermoso momento de amamantar a su beba de poco menos de tres meses. Yannet Ortellado (26), que es primeriza, no piensa dejar de ser voluntaria del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Presidente Franco. «Ser bombera, mujer y madre es lo mejor que me pudo haber pasado, me siento realizada y si Dios permite, seguiré ayudando a mi comunidad», agrega.
«No hay obstáculos, una mujer puede desenvolverse de la misma forma que un varón en el cuartel, pero para eso se debe capacitar constantemente. Ser madre me va a impedir asistir con la misma regularidad al cuartel porque mi beba (Thainara Arami) tiene apenas dos meses. Estoy con permiso por maternidad», cuenta.
Siendo licenciada en Kinesiología y Fisioterapia, realiza servicios como bombera y, ahora que se convirtió en mamá no piensa dejar de cumplir con ese voluntariado, relató a La Nación. «Es cierto que nos limita un poco al tener que cumplir el rol de madre, pero si tenemos quién le cuida a nuestros niños, estamos firmes para cualquier cosa. Esa es la experiencia que veo en mis compañeras que son también mamás», refiere, quien asegura tener el apoyo de su marido para esta tarea: Pedro Bogarín, quien también quiere ser bombero.
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