Las divisiones de la parte administrativa con el área de descanso son de plástico. Al mediodía el calor es insoportable y los socorristas salen a otros espacios huyendo de la calentura.
En abril del 2016 el sismo que afectó a Manabí dañó el edificio bomberil de Jama. La estructura fue demolida y en el mismo solar armaron el nuevo “cuartel” con los materiales que tenían a mano.
La incomodidad reina y además los pocos equipos que rescataron del terremoto se deterioran en ese ambiente, dice Katty María Ramírez, jefa de este cuartel, quien lamenta la situación.
Menciona que ella y sus compañeros vivieron momentos muy duros durante el sismo, algunos perdieron sus casas, pero aun así dan su contingente para ayudar a la ciudadanía. Aunque reconoce que en medio de carencias la situación es más difícil, pues recuerda que tampoco tienen buenos equipos de auxilio, ni carro para recorridos o rescate; solo cuentan con una motobomba para hacer frente a un incendio.
Se queman. La realidad de muchos cuerpos de bomberos en Manabí es similar. Después del terremoto la situación se agravó y muchos de los héroes de rojo deben dormir en carpas que hacen las veces de cuartel.
En Bahía de Caráquez, donde tenían un edificio con comodidades, ahora sus integrantes comparten una carpa azul donde han adecuado tres literas y allí hacen la guardia, sobre todo en las noches, pues en el día el calor los corre, señala el comandante Ricardo Ordóñez.
Los bomberos de Rocafuerte, en cambio, salieron del centro y pasaron a una escuela luego de que su cuartel resultara afectado. En lo que antes era un aula ahora funciona la cocina, el comedor, el cuarto y el ropero de los trajes de rescate. “Obviamente la incomodidad se siente”, señala Jimmy Rodríguez, segundo jefe de la entidad.
En Olmedo, el comandante Carlos Mieles Borja indica que también se quedaron sin local. Sin embargo, la falta de locales no es lo único que afecta a los rescatistas. La reducida nómina de elementos es otro problema. Katty Ramírez recuerda que, según la ley antiincendios, por cada 1.000 habitantes debe existir un bombero en cada cantón.
En Jama hay cerca de 24.000 ciudadanos, pero solo cuentan con seis elementos de la casaca roja. De ellos, una persona es administrativa y además deben dar constantemente otros servicios, sobre todo rescate cuando hay tragedias como la del terremoto del 2016. La jefa bomberil considera que al ser Jama una zona de alto riesgo sísmico debería fortalecerse la labor, sobre todo equipamiento para brindar mejor ayuda en casos de desastres.
En Olmedo apenas hay cuatro bomberos rentados, a los que se suma una administradora y el jefe. Con ese personal es poco lo que pueden hacer. Además solo tienen un carro motobomba y una ambulancia.
En Rocafuerte los bomberos piden equipos de protección para cumplir su labor. El mayor Rodríguez menciona que ellos cuentan con 15 ayudantes rentados y por estar en el centro de la provincia, continuamente deben dar apoyo a otras unidades de otros cantones, por lo que constantemente se exponen. También hay seis voluntarios y cuentan con un solo vehículo antiincendios, pues otros dos más que poseen: una Ford de 1969 no funciona porque se le dañó el arranque, mientras que otra del año 1908 ya quedó solo como pieza de museo y destinada para los desfiles folclóricos de cantonización.
Los cuerpos de bomberos del país se financian de tres maneras: con los cobros de permisos a establecimientos comerciales, impuestos prediales y el aporte de los ciudadanos a través del pago de la planilla eléctrica. Este último es el rubro más fuerte, ya que cada abonado hace un aporte de 1,88 dólares en su planilla.
En municipios pequeños como Olmedo ni siquiera el aporte a través de la planilla eléctrica les alcanza. Carlos Mieles, comandante, dice que no saben cuántos abonados hay en el cantón, pero la Cnel les transfiere cada mes menos de 3.200 dólares, con lo cual tienen que hacer malabares para cancelar sueldos, arreglar carros y adecuar sus equipos.
En realidad no logran hacer mucho y pasan necesidades, menciona.
Ellos esperan que la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR), que los rige, les ayude a construir los edificios caídos y de equipos.
Este medio buscó la versión del coordinador zonal de la SGR, pero se indicó que no estaba en su oficina.
>una deuda. Adicional a todo lo antes detallado, los cuerpos de bomberos de Manabí reclaman a la Corporación Nacional de Electricidad (Cnel) 6 millones de dólares por concepto de recaudaciones que, según los jefes cantonales, no pasaron a las cuentas bomberiles.
Los comandantes se unieron y contrataron al profesional en derecho administrativo Marcelo Farfán para que los represente en este caso.
El abogado señala que fue la misma Contraloría General del Estado la que emitió un informe en el que se indica que, hasta el año 2010, la Cnel le adeuda cerca de 6 millones de dólares a los bomberos. Dice que la empresa eléctrica ya debió pasar esos valores, pues al ser un informe de la Contraloría tiene un efecto vinculante, asegura.
Farfán explica que los bomberos estaban tranquilos haciendo los trámites burocráticos para que les devuelvan los recursos, pero una declaración hecha desde la administración de Cnel en Manabí los dejó sorprendidos. Según Farfán, se dijo que no les debían nada. “Aquello causa temor y por eso me contrataron”, indica el jurista.
Además Farfán manifiesta que el primer paso fue llegar a una solución directamente con la empresa eléctrica para que entregue el dinero. Ese proceso ya se inició y esperan una semana más para que se cumpla, dice.
Si eso no sucede, entonces iniciarán un proceso jurídico ante el Tribunal Contencioso Administrativo, asegura.
Este medio buscó la versión de José García Monsalve, administrador de la Cnel Manabí, pero en la entidad se informó que García no está autorizado para brindar declaraciones por órdenes de Guayaquil y aunque se envió un pequeño cuestionario no se obtuvieron respuestas sobre este tema.
Sin embargo, antes de esa disposición, García comentó en el programa Visión 360 de Ecuavisa que a los bomberos se les canceló todo lo recaudado.
Washington Castillo, quien fue presidente ejecutivo de la empresa eléctrica en el período 2008-2009, señala que la Contraloría emitió ese informe sin conocer la naturaleza del negocio eléctrico.
Explica que una cosa es la facturación mensual que se hace y otra es la recaudación y asegura que la Cnel pasó los recursos de acuerdo a la recaudación real.
Agrega que una agencia de la Cnel cantonal puede facturar 1.000 dólares, pero de aquello apenas el 60 por ciento de usuarios cancela; un 20 por ciento reclama la planilla, y otro 20 por ciento habitualmente no paga, entonces dice, a los bomberos solo les pueden pasar el 60 por ciento (600 dólares).
Añade que en su tiempo ya tenían ese problema y aunque lo explicó varias veces la Contraloría persiste, señala.
Una disposición es que los cuerpos de bomberos sean adscritos a los municipios.
Aquello aún no se cumple en la mayoría, pues los Gobiernos Autónomos tienen muchas necesidades y asumir nuevos gastos los lleva a replantearse ese plan, dice Jhon Mendoza, secretario del Municipio de Jama.
Él señala que en este año, el presupuesto mensual se redujo en 40.000 dólares, por lo cual han diferido el tema de los bomberos.
En Sucre tampoco pasan al municipio y el que sí lo hizo, desde enero del 2017, fue Portoviejo.
Su comandante William Mera califica como positivo ese paso. Precisa que ha mejorado en la recaudación de las tasas municipales, por una conexión directa del sistema informático.
Agrega que aplican el modelo de gestión del municipio, lo cual les permite ser más eficientes.
Las recaudaciones por impuestos prediales han mejorado. Pone como ejemplo que en el período de enero a septiembre del 2016 ingresaron 181.000 dólares, mientras que en el mismo del 2017 pasaron a 220.000 dólares.
Además, en los ingresos totales pasaron de $ 1,7 millones entre enero a septiembre del 2016, a $ 2,2 millones al mismo período en este año. Señala que cada mes se reúnen con el alcalde Agustín Casanova y con otros funcionarios para evaluar cómo van, además dice que tienen un plan de mejoras para el 2018.
fuente y foto: ww.eldiario.ec