Los Bomberos del Consell de Mallorca continúan su lucha para que la Administración cumpla con la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
A día de hoy, los profesionales del Cuerpo siguen obligados a lavar parte de su indumentaria en su propia casa, infringiendo con ello la normativa que establece procesos de descontaminación específicos para una equipación expuesta a múltiples agentes tóxicos durante las intervenciones en incendios.
Los responsables sindicales llevan años inmersos en esta batalla y aunque reconocen que en esta legislatura se han producido avances significativos lo cierto es que las reivindicaciones siguen vigentes. Así, los uniformes de trabajo, compuestos de un chaquetón y cubrepantalones, son enviados a unas instalaciones especiales en las que se le somete a un proceso avanzado de descontaminación. Esta actuación, que antes se realizaba una vez al año, ha pasado a llevarse a cabo cada vez que se produce una intervención con una exposición de riesgo.
Por el contrario, la descontaminación de la ropa bajo los uniformes continúa siendo responsabilidad de los propios profesionales. A pesar de la existencia de estudios que indican que estas prendas -pantalones, camisetas, muda interior…- pueden llegar a convertirse también en medio de transmisión de agentes contaminantes al entrar en contacto con el cuerpo, su lavado es encomendado a los bomberos, dado que, tal y como explican desde CCOO, «se considera que la ropa interior es nuestra y no del servicio». Asimismo, subrayan que los uniformes no son impermeables a humos y gases, por lo que se da por sentado que la ropa interior termina igualmente contaminada.
Y todo ello a pesar de que la ropa interior es proporcionada por la propia Administración, a lo que cabe añadir otra deficiencia logística. Los bomberos piden que esa ropa interior sea de algodón, y no de licra, puesto que esta es un tejido mucho más sensible a los aumentos de temperatura y por lo tanto mucho más peligrosa para la piel. Es más, señalan que en situaciones de temperatura extrema los riesgos se multiplican puesto que «se quema y se pega a la piel».
El sindicato lleva cinco años reclamando al Consell y a la Dirección General de Emergencias un tratamiento adecuado también para estas prendas, así como para otro elemento del uniforme como es el casco, que también limpian los propios trabajadores: «Lo limpiamos nosotros mismos con una bayeta».
Las reclamaciones han ido yendo in crescendo a la par que lo ha hecho el número de casos de cáncer detectados en el Cuerpo. Dadas las implicaciones de su trabajo, los bomberos quieren minimizar los riesgos con una descontaminación completa de toda su ropa. Algo que, de paso, se ajustaría a lo estipulado en los convenios con los trabajadores y la propia de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
De hecho, los Bomberos de Mallorca han respaldado sus reclamaciones con un informe de la sección sindical de los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid que demuestra una relación directa entre la descontaminación inadecuada de las equipaciones y la aparición de casos de cáncer. También se han presentado estudios de universidades belgas y estadounidenses sobre la relaciones entre esta profesión y el desarrollo de cáncer.
Pese a la disparidad de las administraciones a nivel estatal a la hora de tratar esta cuestión, lo cierto es que la sensibilización en torno a la misma está aumentando en los últimos tiempos, como lo demuestra la implementación este año por parte del Ayuntamiento de Leganés de un novedoso sistema de descontaminación con ozono para los equipos de sus bomberos. Se trata de un sistema que se sirve de maquinaria de última tecnología y con el que, según subrayó el consistorio madrileño, solo cuentan tres o cuatro parques de Bomberos de toda España.
Con todo, desde el sindicato valoran los avances realizados hasta el momento y quieren otorgar un voto de confianza a los responsables políticos. «Es cierto que podemos decir que se ha mejorado mucho en algunas cosas y también somos conscientes de que no lo pueden aplicar todo a la vez, de modo que les estamos dando un poco de margen».
La cuestión de la descontaminación constituye uno de los muchos puntos en los que el sindicato exige una mejora del servicio. A estas reclamaciones cabe sumar las que se están realizando en torno, por ejemplo, a la antigüedad de los parques, los cuales, denuncian, «se han quedado obsoletos». CCOO indica que a raíz de la presión que se ha estado haciendo en este sentido ya se está planteando una renovación de la flota. Algo similar a lo que ocurre con los refuerzos de personal, también largamente reivindicado y el «principal problema del Cuerpo» a día de hoy.
Fuente y foto: www.elmundo.es
