San Juan.- Había llegado tarde a su trabajo en un emprendimiento de pasas y lo mandaron a la parte de adelante, cerca del canal al que caería la bebé que luego él rescató de la muerte.
De chico, Eric Castillo oía la sirena del cuartel y soñaba con ser bombero. A los 20 años lo consiguió. Tras un duro entrenamiento se recibió hace 4 meses y ya tuvo su bautismo de fuego al salvar a una nena de morir ahogada.
El hecho ocurrió en el canal que pasa por el frente del lugar donde él trabaja como pasero. Ese día había llegado tarde porque había trasnochado. Como castigo, lo mandaron al frente. Y así fue que estuvo en el lugar justo en la hora exacta para escuchar el pedido de auxilio de la abuela de la nena, cuando cayó al canal.
“En ese momento no pensaba en otra cosa que sacar a la nena del agua”. Nadó, la pudo alcanzar y más adelante se agarró a una escalerilla en el canal para salir. “Le pedí a la señora (la abuela de la beba) que me ayuda para la reanimación porque la vi mal. Entonces traté de mantenerla ocupada y pensando en otra cosa. Estuvimos 10 ó 15 minutos tratando de reanimarla hasta que lloró”.
Un día después el chico todavía estaba incrédulo de lo ocurrido y muy cansado. Es que su historia fue reportada por diversos medios departamentales, provinciales y hasta nacionales. “Cualquiera se hubiera tirado al ver a un niño” dijo con humildad. Pero gracias a Dios estaba él, que aprendió Resucitación Cardio Pulmonar en el curso de diciembre pasado.
“En mi barrio y mis viejos me dijeron que estaban orgullosos. Lo que sí, mi vieja me pidió que me cuidara. Yo no tengo hijos pero se me pasaron por la mente mis sobrinos que son chicos…”, hasta ahí le llegó la voz cortada por la emoción.
Eric trató de ubicar a la familia que auxilió pero la nena es de Mendoza y ya volvió a su casa. Su abuela es caucetera, pero no la conoce ni la volvió a ver. “Sé que la nena quedó bien y es todo lo que importa”, dijo.
Fuente y foto: www.diariomovil.info