Guayaquil.- Todo estaba listo para la práctica que debían realizar la mañana de ayer el Ala de Combate 22 y la División Forestal del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil. Sin embargo, un problema técnico en un helicóptero y el traslado de otro, a Tena, impidieron que se diera esta maniobra que buscaba medir la colaboración y asociación de ambas entidades para combatir un incendio forestal.
Dos piscinas que servirían como abastecedoras de la canasta Bambi Bucket, bolsa plegable para trasladar hasta 1.000 litros de agua, estaban a un costado de la Academia de Bomberos, ubicada en la Escuela Politécnica del Litoral.
El teniente Roberto Jurado, de la División de Rescate de los Bomberos, explicó que durante una emergencia ellos deben evaluar la magnitud del incendio. Si determinan que la situación amerita la colaboración del Ala de Combate 22 se procede al requerimiento.
“Este ejercicio ya lo hicimos el año pasado. La idea es trabajar en conjunto. Si es que (los bomberos) no lo pueden aplacar (incendio) y se sale de sus manos, llaman a las fuerzas aéreas. Ya para esto nosotros estamos en aviso”, explicó Luis Ayala, del Ala de Combate 22.
El pasado 30 de julio, personal de pilotos del Escuadrón 2211 capacitó a esta división sobre las técnicas de utilización de la canasta, con la finalidad de actualizar los conocimientos y mejorar la capacidad de reacción en caso de un incendio forestal.
El trabajo en conjunto al momento del incendio consiste en que los bomberos brindarán las coordenadas de las piscinas, del fuego y de la dirección del viento a los miembros de la FAE para que puedan colaborar en la atención de la emergencia.
fuente: www.eluniverso.com
