Mientras continúan los incendios y las labores para su extinción en el sureste de Bolivia, numerosos voluntarios se han organizado para ayudar en la mitigación de sus consecuencias. De esta manera, muchos bolivianos han dejado sus tareas habituales para encargarse de preparar comida o de rescatar a los animales.
La tragedia que está viviendo el país ha despertado la solidaridad de muchas mujeres y hombres, que se dedican a preparar las vituallas que ingieren los brigadistas, rescatistas y soldados del Ejército boliviano que a diario acuden a las zonas más inhóspitas de la región para combatir las llamas, sofocar las cenizas y evitar que se siga propagando uno de los incendios más terribles que ha asolado este país.
700 raciones de comida diaria para los brigadistas
En Roboré, en la región de la Chitanía del departamento de Santa Cruz, donde sigue activo uno de los mayores focos, se ha reunido un grupo que prepara 700 raciones diarias de desayuno, almuerzo, merienda y cena, con un alto contenido calórico. En este municipio se han suspendido las clases, lo que implica que maestras y auxiliares municipales tienen más tiempo libre, que han decidido invertir en ayudar a quienes trabajan para acabar con el fuego. Los brigadistas se acercan a comer y agradecen el apoyo de los habitantes de esta ciudad.
En entrevista con RT, una de las cocineras voluntarias, Marilyn Santander, explica por qué decidió implicarse: «Roboré necesitaba apoyo, necesitaba de las mujeres valientes para cocinar. Porque esa gente que nos ha visitado necesita que los atendamos». Una de sus compañeras, Rosana Dos Santos, dice que no tiene «palabras para agradecerle a la gente solidaria» que ha acudido a este municipio.
Todas las viandas que se preparan han sido donados por el municipio de Roboré y por voluntarios.
Luchando por rescatar animales
La solidaridad continua en un centro cercano de refugio de animales silvestres que tiene a veterinarios, biólogos y distintos voluntarios trabajando para recuperar la fauna que se ha visto afectada por los incendios y asistiendo también a los animales domésticos damnificados por las llamas o por el humo.
En la localidad de Aguascaliente, próxima a Roboré, Cecilia Dorado, veterinaria del refugio de animales silvestres, se muestra compungida y afectada por la situación: «Quisiera haber estado más preparada para esto, pero no es así. Estoy haciendo todo lo que puedo. Mi equipo está haciendo todo lo que puede», sostiene casi entre sollozos, mientras que describe una realidad alarmante: «Nos encontramos con zonas totalmente quemadas, donde no hay una sola hoja para que los animales coman, no hay una sola fuente de agua para que beban».
Las tareas de mitigación continuarán durante las próximas semanas con varios objetivos: que no se sigan propagando las llamas, recuperar el territorio, y realizar las acciones preventivas para evitar que este desastre natural se vuelva a repetir.
En las últimas horas las autoridades policiales bolivianas ha denunciado que al menos una parte de los incendios en la región de la Chiquitanía fue provocada de forma intencionada, debido a que encontraron botellas con gasolina y neumáticos quemados en localidades afectadas. Según ha anunciado el presidente Evo Morales, en los últimos días se han reducido los focos de incendio de 8.000 a 162.
Fuente: actualidad.rt.com