A medida que entramos en cada fase de la pandemia mundial más devastadora del mundo moderno, bomberos y socorristas de todo el mundo han intensificado su desinteresada actividad, poniéndose en riesgo en post de la ayuda al prójimo. En algunas instituciones los servicios aumentan y los largos turnos se desvanecen, muchos respondedores intentan instintivamente hacer aún más. Es su naturaleza correr hacia adelante, no retirarse. En raros casos las actividades bajaron sustancialmente
Si bien ese instinto es necesario para ayudar a las comunidades a perseverar en esta crisis, otra realidad también es cierta: los respondedores no pueden cuidar a los demás si han sido marginados por una enfermedad u otras razones.
A medida que COVID-19 ha arrasado algunas ciudades en el mundo, miles de socorristas han sido infectados. Antes de enfermarse, he escuchado de muchos respondedores que están exhaustos, estresados y casi colapsados. Se les pide que hagan más en situaciones de mayor riesgo que nunca. Ahora no es el momento de correr riesgos innecesarios en el trabajo, perder una buena noche de descanso o descuidar su dieta. Ahora es el momento de priorizar su salud y seguridad por el bien de nuestras comunidades.
Hay una serie de pasos importantes que puede tomar para protegerse en este momento de crisis. Primero, establecer límites para la prevención y compartir esos límites con la gente a su cargo. Si siente que le están pidiendo que haga algo inseguro o más allá de su capacidad, debe decir algo. Si sale una nueva política con la que no está de acuerdo, dirija sus inquietudes a través de los canales adecuados antes de salir a realizar algo que ponga en riesgo su vida y la de los demás.
También necesita un plan para controlar regularmente a sus compañeros de trabajo y sus familias, y asegurarse de que los compañeros de trabajo tengan un plan para hacerlo por usted. Esto se aplica igualmente a las personas de guardia y aquellos en posiciones «de guardia pasiva o en apresto”. Si su vive solo o sola, ¿quién la llamará para asegurarse de que tenga víveres? Si otro colega responde y está trabajando un turno de 24 horas, ¿quién va a consultar con su familia para asegurarse de que coman, que los niños tengan medicamentos y que las mascotas tengan comida y agua? Aunque parezca simple hay que tener un plan.
Si eres como la gran mayoría de los servicios de emergencia en todo el mundo, querías estar allí para ayudar a las personas. En este momento, nunca te han necesitado tanto, y todos están haciendo una diferencia. La mayoría de los que responden con gusto se esforzarán hasta el límite mientras la amenaza de pandemia continúe. Pero recuerde que es en nuestro mejor interés que también se cuiden a sí mismos y a sus familias para que puedan estar allí para ver esto hasta el final.
Ofic. Ing. Eduardo Javier Granda
Bomberos Voluntarios Pilar (B)