Buenos Aires.- El bombero y ambulanciero del Hospital Marzetti, José “Boty” Peralta, quedó en el ojo de la tormenta: el 29 de mayo participó en un asado con amigos, a pocos días de haberse curado de Covid-19. Las imágenes subidas por los propios participantes a las redes sociales generaron un sinfín de reacciones: el apoyo de quienes consideran que se curó y tiene el derecho de festejar; y el repudio de quienes consideran que debe ser el primero en dar el ejemplo y respetar la cuarentena, sobre todo después de haber padecido los avatares de la enfermedad.
Tras la polémica que suscitaron las imágenes, Peralta publicó una carta en su perfil de Facebook, a modo de descargo. Allí aseguró que fue una reunión espontánea, no planificada, y pidió disculpas.
Muchos se pensaron que iba a meter la cabeza dentro del hoyo, pero no soy así. A los que me juzgaron y crucificaron sólo les voy a decir que antes de haberlo hecho al menos me hubieran dado el derecho de defenderme contando la otra parte de la historia (si bien ya me juzgaron, igual se las voy a contar).
Primero y principal les voy a decir que la foto y el video son reales. Claramente estuve ahí, no hay discusión en este punto. Pero no fue una reunión organizada ni mucho menos planeada como dicen…
Yo soy una persona que vive completamente sola, y como tal salgo a hacer mis propias compras. Ese día en cuestión estaba trabajando en mi casa poniendo cerámicas al piso y en un determinado momento me dio hambre y como no tenía nada hecho, salí a comprar.
Fui a un negocio a menos de una cuadra de mi casa (si tienen dudas pueden comprobarlo ustedes mismos que en dicho negocio no entras si no tenés barbijo puesto) compré allí un poco de fiambre pan y una gaseosa. Salí de ahí para mi casa para comer unos ´sánguches´ y seguir con lo que estaba haciendo.
De enfrente de este negocio me chifla un amigo de toda la vida y me grita ´heeeeee gordooooooo, vení, vení, comete un sanguchito de chorizo’. Y es ahí donde me equivoqué: inconscientemente y sin pensar, acepté. Fue una situación que realmente no duro más de unos 20 minutos porque acepté, comí un pedacito de chori y volví a mi casa a seguir poniendo cerámicas.
Por ahí leí un comentario donde decía ´éste no se quiere a sí mismo, mucho menos a su familia, que lo echen de Bomberos y del Hospital. Este fue el único comentario que realmente me lastimó. ¿Por qué? Porque desde que empezó toda esta pesadilla de mierda estoy bien solito, no puedo como muchos de ustedes tocar, abrazar, sentir, reír, compartir una mesa con mis hijos, que en lo afectivo es lo único que tengo en esta vida. En este punto en el que superamos dos cuarentenas y un poco más, donde ya cuesta la contención afectiva mediante videollamadas con ellos, que los extraño mucho y me dan ganas muchas ganas de romper las reglas e ir por ellos, pero aun así, no lo hago.
¿Sabés qué? ¡Soy una persona como vos! Que habla, que respira, que se alimenta, que sangra, que llora, que sufre. Soy un ser humano que también, como muchos de ustedes, se equivoca. ¿Y saben qué? Yo, Peralta José Luis (el Boty de Cañuelas) me equivoqué. Y pido sinceras disculpas a las personas que al menos me dieron el beneficio a la duda sin primero tirar el escopetazo y después preguntar.
Y como dije al principio, no soy de esconderme ni tapar en un pocito la macana que me mandé. Acá me sigo exponiendo, sin miedo por el error que cometí y me sirvo ante ustedes para que me sigan comiendo.
Fuente y foto: www.infocanuelas.com