Un incendio que se inició aproximadamente a las 23:30 tomó el depósito viejo de la sección industrial de la Cooperativa Fernheim y destruyó unas 1.000 toneladas de semilla de maní seleccionadas, de alta calidad genética.
Las llamas consumieron primeramente el techo del depósito, que ya tiene unos 50 años, y destruyó las semillas. También consumió por completo el cuartel de los Bomberos Voluntarios de Filadelfia, que tenían su base al lado del depósito, bajo el mismo techo. Los bomberos solo pudieron salvar algunos uniformes y cascos. También fue destruida gran parte de un depósito de implementos y objetos históricos de la planta industrial, además de una parte de la sección informática y de llamadas telefónicas, por lo que las sucursales de la cooperativa quedaron cerradas esta mañana, por falta de red.
Hasta ahora no existe claridad sobre la causa exacta del incendio. Se presume que comenzó en la parte norte del edificio y no precisamente con las semillas. El depósito se encuentra en el centro de la ciudad de Filadelfia sobre la calle principal, Avda. Hindenburg. Los trabajos seguirán por lo menos hasta bien entrada la tarde de este martes.
De Loma Plata y Neuland vinieron los Bomberos Voluntarios, técnicos de las secciones de distribución de energía eléctrica con sus grúas de canastas altas y otros acercaron tanques con agua para ayudar. Estaban trabajando sin interrupción entre 50 y 60 personas. “Gracias a la ayuda de los cuarteles vecinos y cooperativas amigas no hubo víctimas, no hubo heridos, solamente quedaron muy cansados todos”, dijo Édgar Eitzen, encargado de la Planta Industrial, quien elogió el trabajo profesional de los Bomberos Voluntarios.
Las grúas siguen sacando la semilla de maní del deposito porque aseguran que “cuando el maní se quema no se apaga más, tenemos que sacar todo únicamente”, señalo Eitzen. Con camiones volquetes se están sacando las semillas quemadas y húmedas, para llevarlas a otro lugar.
El depósito tiene unos 60 metros de longitud y 20 metros de ancho y la totalidad del techo cayó. Gracias al trabajo de los bomberos se pudo evitar que el fuego se propague a otros edificios que están pegados al depósito en el lado norte y sur. Hace mucho tiempo que la comunidad de Filadelfia no experimenta un incendio de esta magnitud.
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