Conocer previamente el uso de la edificación siniestrada es clave para desarrollar estrategias y tácticas de trabajo.
Si bien la mayoría de las lesiones sufridas por bomberos se producen durante incendios residenciales, la probabilidad de que un bombero muera en una intervención industrial es dos veces mayor que en una residencia, y casi tres veces mayor en grandes comercios o edificios de gran altura. Sin embargo, debido a que la mayoría de los incendios ocurren en viviendas de una o dos familias, muchos bomberos tienen más experiencia en la lucha contra incendios residenciales que cualquier otro tipo. Como resultado, tienden a aplicar técnicas residenciales a incendios en otras ocupaciones más grandes. Desafortunadamente, las estrategias y tácticas que tienen éxito en propiedades residenciales pequeñas a menudo son ineficaces, incluso peligrosas, cuando se aplican en incendios que involucran ocupaciones no residenciales más complejas.
En áreas extremadamente grandes los espacios aumentan de tamaño, también aumenta la dificultad de extinguir un incendio, debido, en parte, a los requisitos de mayor flujo de agua. El procedimiento para incendios estructurales requiere una línea de ataque inicial previa a la conexión y una línea de respaldo de igual o mayor tamaño. Una vez que un incendio excede las capacidades de este ataque estándar, se necesita más personal, suministros de agua y tareas adicionales. En áreas grandes y abiertas, pueden ser necesarias múltiples líneas de ataque, exponiendo así a los bomberos a un ambiente más hostil y de mayor envergadura durante un período de tiempo más largo.
Con el tiempo, a medida que un incendio aumenta en tamaño e intensidad, también aumenta la probabilidad de colapso del edificio. En la mayoría de las propiedades residenciales, las habitaciones son de tamaño limitado y las paredes tienden a soportar parcialmente un techo colapsado. La falla del techo en un área abierta grande presenta un peligro mucho mayor para los bomberos que trabajan debajo.
Las rutas de escape también están más cerca y son más fáciles de encontrar en la mayoría de las viviendas unifamiliares que en los edificios más grandes. Si bien el
agotamiento del suministro de aire del ERA o una falla de este a menudo resulta en una inhalación de humo que se puede sobrevivir en un incendio residencial, es más probable que la pérdida de suministro de aire en un edificio más grande y complejo sea fatal porque se necesita más tiempo para escapar, y hay una mayor probabilidad de desorientación.
Además, los edificios de gran superficie, como en edificaciones comerciales, pueden tener una alta densidad de ocupantes durante el horario de funcionamiento. Estos edificios son particularmente peligrosos ya que se exponen a un riesgo mayor el intentar salvar una vida que si solo estuvieran en juego propiedades. Compare los riesgos que los bomberos suelen encontrar en una casa unifamiliar con los que podrían enfrentarse al acudir a un edificio de gran altura.
El comandante del incidente que se enfrenta a un incendio en un edificio grande y complejo sin un plan previo se encuentra en una clara desventaja. Los bomberos y los oficiales de la dotación deben ser conscientes del aumento de los peligros al combatir incendios en grandes establecimientos y tomar precauciones necesarias. Es importante evitar una mentalidad residencial unifamiliar.
Ofic.Ing. Eduardo Javier Granda
Soc. Bomberos Voluntarios Pilar
Especialista Certificado CEPI, NFPA