Corrientes.- El pasado martes 11 de enero, la tragedia enlutó a la familia de Bomberos Voluntarios de toda la provincia y Argentina. José Luis Mombaj (tenía 38 años) murió, cerca de las 15, tras protagonizar un siniestro sobre la Ruta Nacional Nº122, en el kilómetro 5, al volcar la unidad en la que se trasladaban junto a un compañero que se salvó de milagro.
Tras la pérdida, el cuartel anunció a diario época que dejarán de intervenir en incendios sobre hectáreas forestadas debido a la gran cantidad de recursos económicos y humanos que implican la lucha contra el fuego. Con sólo seis integrantes, una camioneta en preparación y un promedio de 40 salidas a la semana, anticiparon que únicamente intervendrán cuando haya viviendas en riesgo.
El jefe del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Yapeyú, Martín Aguilar, recordó a su compañero y destacó el espíritu de servicio que lo volvió una persona muy querida en el pueblo ubicado a 400 kilómetros de Capital. «Luis tenía una forma de ser muy servicial y eso lo dotaba de un carisma muy especial. Y siempre será recordado por llevar agua potable a los pobladores de zonas rurales aledañas a Yapeyú», trajo a la memoria el encargado del cuartel que conoció al bombero en 2013.
José actualmente estaba soltero, pero tenía un hijo de un año y ocho meses. En cuanto su servicio, en el cuartel de calle José Vanini 933, era intermitente ya que realizaba changas y viajaba periódicamente.
«Después de lo que pasó decidimos que no vamos a actuar más en incendios de forestación, seguiremos abocados a salvar personas o casas de las llamas y sólo intervendremos en una área forestada si el fuego está cerca de viviendas», aseguró Aguilar. El referente explicó que la medida se tomó debido al «impresionante» consumo de recursos que insumen los trabajos y la nula colaboración de los dueños de los campos afectados.
«No tiene sentido seguir haciendo ese trabajo. Y mucho menos lamentar otra víctima por un incendio de palos. Desde la forestación ni siquiera se comunicaron con nosotros, ni se pusieron a disposición», dijo Aguilar y recordó que cada predio debe tener, según lo establece la ley, una brigada de ataque rápido para sofocar incendios.
«Incluso, la tarea que realizaba Luis (llevar agua potable a pobladores y animales de chacras cercanas) no era nuestra responsabilidad. En 20 años no se avanzó en el Municipio con la extensión de la red de agua potable o perforaciones. Los dueños de los campos, que tienen recursos económicos, tampoco invirtieron en mejoras», fustigó.
Ahora, el cuartel perdió una camioneta y la autobomba (fotografía) está en reparación. Sólo cuentan con una Chevrolet S10 que recientemente fue incorporada y se encuentra en proceso de equipamiento. «El día que no estemos los bomberos se van a dar cuenta de todo el trabajo que hicimos», remarcó.
Aguilar señaló que buscan nuevos integrantes y cualquier interesado (también en donar donaciones de alimentos y bebidas) puede comunicarse al número fijo (3772-493047) o dirigirse a la dirección del cuartel (José Vanini 933).
Fuente: www.diarioepoca.com