Buenos Aires.- «Cuando nos encontramos y fuimos a los incendios, nos dimos cuenta que era realmente lo que se veía en la tele», comentó Sabrina Gerez, una de las dos personas que viajó desde el cuerpo de Bomberos de Lomas para ayudar a combatir los imponentes incendios forestales en la provincia de Corrientes.
Ya a su vuelta, Sabrina relató su experiencia en primera persona: el viaje, el fuego, la solidaridad de los vecinos locales y el alivio que trajo la lluvia. En dialogó con La Unión, dio detalles de su travesía en el litoral argentino que compartió, de «casualidad», junto a su esposo, el suboficial Ricardo Iyay.
Sabrina y Ricardo se conocieron en el cuartel de Lomas. Si bien hace un año están casados, la designación para que viajaran juntos «fue casualidad». «Tanto él como yo tenemos la certificación de Servicio Nacional de Manejo de Fuego, por eso la jefatura de Bomberos de Lomas nos propuso, porque teníamos la legalización de Combatientes de Incendios Forestales», explicó.
Ambos llegaron a la Brigada Forestal para prestar servicio durante diez días corridos en la ciudad de Alvear, junto a otros brigadistas de la Federación Bonaerense. Se trataba de un cuerpo de 52 efectivos y 15 unidades, entre hombres y mujeres de diferentes regiones, que brindaban su servicio para hacer frente al fuego que avanzó rápidamente en la región.
«Fuimos con mucha ansiedad y nervios. Miedo también, porque no sabíamos con lo que nos íbamos a encontrar. No teníamos claro el panorama, no sabíamos si lo que mostraban en la televisión era cierto», sostuvo.
Una vez allí, ingresaron a las ciudades de Estación Torrent y Alvear, ésta última cabecera del partido homónimo. «Fue donde más estuvimos, eran los lugares donde hacíamos base. Arribamos y el pueblo nos espero con banderas y aplausos. La gente lloraba, y ahí empezó todo, a correr los sentimientos y la piel de gallina», confesó.
LOS INCENDIOS
Ya en Corrientes, los lomenses se unieron a la brigada y fueron a los incendios. «Ahí nos dimos cuenta que era realmente lo que se ve en la tele. Verlo en vivo, ver a la gente llorar, contener a los animales, es muy duro», recalcó.
«También fue difícil estar lejos de la familia. En una intervención acá en Lomas, uno llega y tiene a la mamá, al papá, a la pareja, que son la contención de uno. Y a la distancia, no teníamos a nadie. Por suerte la gente de Alvear hizo muchísimo para que estuviéramos contenidos», agregó.
Sabrina indicó que la lucha con los incendios «fue terrible». «Ver cómo el fuego avanza y hay momentos donde no se puede hacer nada es muy duro. Ver cómo la gente se desespera porque pierde todo, pierde años de trabajo en el campo, pierde a sus animales. Fue difícil», remarcó.
«Tengo 14 años de servicio de bomberos y Ricardo, 29. Como experiencia, la verdad que nunca vivimos algo tan fuerte. Es muy agotador y cansador. Caminábamos muchos kilómetros para llegar al foco, trabajábamos y los volvíamos a caminar para salir. Es cansador, es un trabajo que no es para cualquiera. Pero es muy lindo y gratificante también porque las personas son muy amables y solidarias. Detrás de nosotros hubo manos que nos contuvieron, las manos solidarias del pueblo, que hicieron que los días para nosotros fueran mucho más fáciles», destacó.
EL FINAL
Después de varias semanas de lucha, un día la lluvia llegó «y fue un alivio». «Habíamos terminado de extinguir el fuego un día antes en la zona de Alvear y Torrent, y teníamos que quedarnos 24 horas más de guardia para que no vuelva a prenderse. Y por suerte llovió».
«Festejamos la lluvia porque estábamos cansados, fueron varios días de trabajo duro. Fue verdaderamente un alivio. No solo para nosotros, sino sobre todo para la gente que se queda y vive ahí. Sabemos que por un tiempo no va a haber nuevos focos, y por eso estamos felices», celebró.
EL RECUERDO
En la charla, Sabrina rescató uno de los detalles que más la conmovió en su viaje a combatir los fuegos en Corrientes. «Ese cartel lo hizo un vecino en su local de comidas. Estaba lleno por todos lados, era hermoso verlos», apuntó, y concluyó: «Me emociona mucho hablar del tema. Pasan los días y todavía no contengo las lágrimas».
Fuente y foto: launion.com.ar