CABA.- Tras el trágico derrumbe ocurrido en el barrio porteño de Floresta, en la madrugada de este miércoles 26 de abril, se desplegó un amplio operativo de rescate en la vivienda afectada. Según manifestaron vecinos de la zona, en el centro de la Ciudad de Buenos Aires, en el domicilio vivían «unas 35 familias», una cifra equivalente a «unas 150 personas».
Los Bomberos de la Ciudad lograron rescatar a una bebé y a una mujer con vida que se encontraba debajo de los escombros. Para llevar a cabo las tareas de búsqueda de víctimas entre los restos de la edificación fueron utilizados perros rescatistas, junto a otros recursos.
Según precisaron desde la Subsecretaría de Emergencias de la Ciudad de Buenos Aires, en el lugar trabaja la Unidad K9 de Bomberos y hasta el momento realizaron 7 traslados, 10 asistencias y hallaron los cuerpos de dos fallecidos, un hombre y una menor de 12 años.
El operativo de rescate
«Tratamos de entrar pero está muy peligroso», señaló el titular del SAME, Alberto Crescenti, en diálogo con Todo Noticias (TN) y explicó que el interior del lugar estaba «muy inestable», motivo por el que varias personas debieron ser retiradas del lugar a través de los techos de las construcciones linderas.
Crescenti remarcó que desconocía la cantidad concreta de heridos ya que «había mucha cantidad de gente en la parte de adentro del lugar», donde luego se supo que había entre 12 y 15 personas atrapadas. «Han caído dos pisos y estamos tratando de evacuar y sacar a los heridos», manifestó.
Para trabajar con mayor eficacia, las fuerzas de rescate procedieron a cortar los servicios de gas y electricidad en el lugar. Además, se encendió la «alerta roja» en los hospitales de la Ciudad, con el objetivo de garantizar una atención inmediata a los damnificados.
De los heridos, al menos 10 fueron derivados a los hospitales Piñero, Álvarez y Santojanni, aunque hubo un total de 25 víctimas que requirieron asistencia médica, motivo por el que el SAME colocó a disposición «camillas secuenciales, oxígeno y mantas térmicas». «A medida que los bomberos rescatan, nosotros asistimos», sostuvo Crescenti.
Al lugar fueron convocadas unas 35 ambulancias del sistema de asistencia médica, junto a oficiales de Defensa Civil, de la Policía de la Ciudad y personal de Bomberos. Además, también se contó con la presencia de psicólogos y psiquiatras para contener a los familiares de las víctimas.
En cuanto a los sobrevivientes de la tragedia, algunos de ellos fueron trasladados al Hogar de Tránsito Uspallata, un centro de inclusión Social del Gobierno de la Ciudad, para que pudieran pasar la noche.