Rio Negro.- A tres bomberos voluntarios del cuartel de Ruca Cura les dieron la baja disciplinaria y a otro lo suspendieron por dos años. La cuestión se vincula con lo que sucedió el 26 y el 27 de julio, cuando en la sede, ubicada en el barrio Casa de Piedra, se produjo un hecho que sorprendió a los barilochenses.
Resulta extraño escuchar hablar de un “acuartelamiento” de bomberos voluntarios, pero a eso apuntaban, en aquel momento, los trascendidos.
Así, la información indicaba que habían sumariado a un integrante del cuerpo, el cual se negó a retirarse del edificio, y tres compañeros se quedaron junto a él a manera de apoyo.
Lo cierto es que, luego, en la segunda de aquellas jornadas, durante lo que se planteó como un abrazo simbólico de los vecinos de la zona, que derivó en una protesta aireada, se destapó una olla de un guiso extraño, con elementos de diversa índole.
En ese sentido, el propio bombero sumariado, Julián Scolaro, brindó, en aquel momento, su versión de cómo se había iniciado todo. “Ante el encargado de personal, denuncié a la jefa de cuerpo (Paula Ruiz) por no cumplir con sus funciones”, expuso, para luego expresar: “La devolución que recibí fue un sumario por falsedad y falta al honor”. A la hora de puntualizar el motivo de su acusación inicial contra la superiora, Scolaro sostuvo: “No impartió justicia como corresponde dentro de la institución. Tenía que generar sumarios ante faltas graves que hizo pasar como leves para apañar a bomberos de alta jerarquía”. Además, se refirió a un “acoso y abuso de autoridad” por parte de un oficial hacia una compañera, donde si bien la Justicia otorgó “una orden de restricción de doscientos metros”, en Ruca Cura “a quien suspendieron fue a ella”, según Julián, “por un informe capcioso de incumplimientos que no son reales”.
Aquel día de julio, prevalecieron las recriminaciones de los vecinos, quienes se quejaban de las dificultades que encontraban al intentar asociarse con el fin de tener voz y voto en las asambleas. En tal sentido, afirmaban que en la Asociación Bomberos Voluntarios Ruca Cura todo parecía quedar “en familia”.
Finalmente, tras haber podido visibilizar el tema, los “acuartelados”, por la noche, decidieron retirarse.
Algo más de cuatro meses después, se enteraron de las sanciones.
Los vecinos, que mayormente los respaldan, están molestos por la determinación. Incluso, algunos se acercaron a la sede para dejar notas expresando su descontento, pero se encontraron con que el cuartelero tenía orden de no recibir ningún tipo de documentación.
Cabe resaltar que, en el caso de aquellos a los que se les dio la baja disciplinaria, el castigo se traduce en la imposibilidad de pertenecer a cualquier cuerpo de bomberos durante cinco años.
Los sancionados apelarán la decisión ante la Federación de Bomberos Voluntarios de Río Negro.
Fuente y foto: www.elcordillerano.com.ar
