Un conflicto legal enfrenta la Junta Nacional de Bomberos de Chile y la empresa proveedora Ferexpo por la entrega de unos carros bomba para diversos cuarteles del país.
La historia comenzó con la firma, el 10 de abril de 2019, de un contrato marco donde Ferexpo, representada por el empresario Raimundo Aránguiz, se comprometía a entregar a Bomberos de Chile 26 carros bomba por un monto total de US$11 millones, según reveló Diario La Tercera.
Sin embargo, Ferexpo no cumplió con los plazos establecidos, lo que llevó al fin del contrato. Según la empresa, dichos retrazos se debieron a la pandemia del Covid-19, la que habría afectado el suministro global de carros bomba. En ese sentido, el proveedor alegó que la Junta Nacional de Bomberos aplicó multas indebidas y que cambió de postura con respecto a las demoras, al no reconocer la situación extraordinaria que afectó sus operaciones.
“El modo de proceder de la JNCB solo tendría por finalidad obtener recursos que contribuyan a mejorar su crisis financiera mediante la aplicación de multas a los proveedores, su cobro mediante el ejercicio de la autotutela y también por la ejecución de las boletas bancarias de garantía asociadas, contradiciendo sus propios actos previos de reconocimiento de la existencia de un evento de caso fortuito o fuerza mayor. Si algún proveedor osara reclamar contra esta situación, las consecuencias saltan a la vista (amenazas, suspensión y eliminación)”, denunció el proveedor asesorado por los abogados Matías Mori y Ramiro Mendoza, socios de Momag.
Demora de más de 500 días
Según el citado medio, existió una demora de más de 500 días en la entrega de los carros bomba a distintos cuarteles. Por ejemplo, en Punta Arenas el retraso fue de 526 días; en Castro fue de 519 días; San Fernando 355 días, entre otros.
“Lamentablemente, Ferexpo no cumplió sus obligaciones a este respecto y cuando su propietario concluyó que podría ser económicamente más conveniente no entregar los carros que entregarlos con importantes retrasos (pues las multas por retraso podrían dejarlo sin margen o incluso con pérdidas), diseñó una estrategia legal y comunicacional, como una cortina de humo y una forma de intentar soslayar su responsabilidad”, consignó la contestación patrocinada por el abogado Sebastián Yanine.