Cerca de la medianoche, reinaba la calma en la estación hasta que un taxi se parqueó y los puso a correr. Una mujer de 28 años en labor de parto no tenía tiempo para llegar al hospital.
Marco Meza, paramédico que atendió el alumbramiento, ni siquiera recuerda si escuchó el nombre de la mujer, su misión era que el bebé y la madre estuvieran bien.
“Dichosamente no hubo ninguna complicación, fue un niño muy sano y la madre muy estable. Por las condiciones del país esto es poco común por lo menos en la Gran Área Metropolitana, por los controles prenatales que tiene Costa Rica”, comentó Meza. Sin embargo, indicó que este es el tercer parto que se atiende en la estación de Bomberos de Pavas en los últimos años.
“Lo habitual son otros tipos de accidentes, más violencia. Esto viene a ser una condición atípica, realmente es muy diferente por todo lo que significa, tanto para ella como para nosotros, en la parte de paramédicos y bomberos, en la parte emocional”, afirma Meza.
¡Nadie se quedó sentado! La atención requirió la ayuda de los 3 paramédicos de la estación y los 10 bomberos que estaban de turno.
Meza explica que no sólo se le tuvo que dar atención a la madre, también al padre y otros familiares que llegaron a recibir al niño.
fuente: www.crhoy.com
