Los Bomberos y las ambulancias llevarán finalmente las luces de los rotativos de color azul, como la Policía, y no amarillo auto como hasta ahora. Después de una década de la recomendación europea que aconsejaba unificar el color de los ‘pirulos’ de los servicios de emergencia, la medida está a punto de ser incorporada al Reglamento General de Vehículos, momento a partir del cual entraría en vigor, según fuentes de la Dirección General de Tráfico (DGT) consultadas por este periódico.
«La orden ministerial se remitió a las partes para que presenten alegaciones y estas, la mayoría en sentido positivo, se encuentran en fase de estudio», apuntan desde la DGT. Algunas fuentes indican que esta medida podría aplicarse a partir del próximo 1 de julio, aunque este extremo no ha podido ser confirmado por fuentes oficiales, que prefieren no señalar una fecha. No obstante, advierten de que los distintos servicios de emergencias «dispondrán de dos años para que puedan cambiar las luces».
Preferencia de paso
El objetivo de la medida pretende «contribuir a mejorar la seguridad vial, ya que los usuarios de las vías públicas podrán reconocer por el color azul de los dispositivos luminosos que se trata de un vehículo prioritario y que tiene preferencia de paso». Además, se equipara la normativa con la existente en la mayoría de los países de Europa, especialmente los del entorno más cercano, donde llevan color azul todos los vehículos prioritarios».
El ámbar quedará reservado para los vehículos que se encuentren parados o estacionados o circulen a una velocidad inferior a 40 kilómetros por hora, mientras desempeñan una actividad o trabajo en la vía.
En 2011, DYA, Cruz Roja y Bomberos forales en Bizkaia tuvieron que retirar los rotativos azules de sus vehículos y volver al color ámbar después de que la Ertzaintza les advirtiera de la posibilidad de ser sancionados por falta grave con multa de 200 euros, ya que el Reglamento General de Vehículos así lo indicaba. Un camión de Bomberos de Bilbao llegó a ser denunciado por este motivo. Un puente de luces ‘led’ de último modelo puede llegar a costar hasta 2.000 euros y el cambio de la carcasa, entre 200 y 300, lo que representa un importante desembolso para la entidades que gestionan servicios de emergencia.
fuente: www.elcorreo.com