Este 17 de agosto el Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil conmemora 182 años de vida institucional.
Al principio todos eran voluntarios y eran conocidos como “los apaga-fuegos”. En sus inicios en el siglo 19 combatían los incendios con una chaqueta azul y pantalón blanco. Además, sus miembros usaban una tostada (sombrero), en la que se lucía un distintivo que identificaba a cada compañía. Hoy, los miembros del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil visten de rojo.
El valiente trabajo de los miembros bomberiles inició hace varios siglos, pero fue recién el 21 de agosto de 1821 cuando el presidente Juan José Flores dictó un decreto ejecutivo para reglamentar la defensa contra incendios.
Años más tarde, el 13 de agosto de 1835, el presidente Vicente Rocafuerte Bejarano dispuso la conformación de un cuerpo destinado a esta actividad, pues consideraba que una de las causas para que proliferen los incendios era sin duda la falta de una institución bien organizada que los combata.
El texto fue expedido el 17 de agosto y publicado el 20 de agosto de 1835 en el periódico “El Ecuatoriano del Guayas”. Fue así que nació el Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, que suele celebrar el día del bombero con un desfile por las calles céntricas de Guayaquil cada 10 de octubre.
En la ciudad, las primeras compañías fueron Tequendama, Diluvio, Guayas, Daule y Hacheros.
A lo largo de los años, esta institución ha sido reconocida por los guayaquileños por su entrega, valentía y profesionalismo al momento de responder a las emergencias, no solo en Guayaquil sino donde se la necesite. Ellos, los bomberos dicen que seguirán actuando siempre con abnegación y disciplina con su principal tarea que es servir a la comunidad.
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