El personal de la estación de Bomberos de La Unión tendrá que volver a usar huacales y cántaros para atender las emergencias de incendio que se den a partir de este jueves 14 de diciembre, ya que la motobomba está fuera de servicio por problemas mecánicos.
No es la primera vez que están en esa situación, debido a que el pasado 2 de diciembre, cuando se registró un incendio en una bodega del Instituto Nacional de La Unión, acudieron a atender la emergencia sin la motobomba.
Tras ese hecho habían logrado arreglar la motobomba usando piezas de otras que están fuera de servicio; sin embargo, se volvió a arruinar el 12 de diciembre.
En esta ocasión la situación de los bomberos se agrava porque no cuentan con el pick-up doble cabina en el que podrían transportarse con sus mochilas llenas de agua. El vehículo se encuentra en la estación de San Miguel y si ocurre un incendio, deberán pedir a algún samaritano que les preste un vehículo.
La motobomba tiene pequeñas fugas de aceite, por lo que solo podrán desplazarse en el casco urbano de la cabecera; incluso, hubo un incendio en maleza seca en la jurisdicción de Santa Rosa de Lima que tuvo que ser atendido por la seccional de Morazán.
Personal de la empresa que da mantenimiento al equipo llegó a revisar la unidad, pero estará fuera de servicio mientras la institución aprueba la compra de los repuestos.
Erick Herrera, bombero y delegado del Sindicato de Trabajadores del Cuerpo de Bomberos, señaló que, ante este panorama, un incendio estructural o en maleza se puede volver de grandes proporciones mientras esperan los equipos de San Miguel, Morazán y Usulután.
Según Herrera, el problema persistirá porque hace más de 10 años que la vida útil de la motobomba terminó.
La preocupación para la población unionense es mayor debido a que en esta temporada de venta y quema de pirotécnicos, un pequeño descuido de mala manipulación puede registrar un incendio.
“En el pueblo, un pequeño cortocircuito en una vivienda nos puede generar incendios grandes porque nuestros bomberos se quedaron sin su equipo, y eso es lamentable”, dice Jesús Adán Canales.
Canales y otros vecinos esperan que el Ministerio de Gobernación asigne fondos para la compra de una motobomba.
Las nuevas máquinas que adquirió la institución, las conocida como “japonesas”, que ya fueron distribuidas a varias estaciones, tampoco solventan la situación porque no tienen para almacenar agua, funcionando con la manguera conectada directamente a un hidrante.
fuente: www.elsalvador.com
