El Servicio Provincial de Extinción de Incendios (SPEI) de la Diputación de Zaragoza (DPZ) ha organizado unas jornadas de formación para que todos sus bomberos sigan actualizando y mejorando los conocimientos y los protocolos que deben aplicarse en la búsqueda nocturna de personas desaparecidas.
A lo largo de seis días, los 164 bomberos profesionales del cuerpo están participando en cuatro talleres y un simulacro real impartidos por los propios mandos del SPEI en los que se aborda el uso del GPS en este tipo de operativos, las distintas técnicas de rastreo sobre el terreno y la utilización de perros y de cámaras termográficas.
«La búsqueda de personas que se han perdido en el monte o que han desaparecido por una catástrofe o por cualquier otra razón es una de las competencias de los servicios de bomberos», ha recordado el diputado delegado del SPEI, Alfredo Zaldívar, para advertir de que «mientras no se demuestre lo contrario, esas personas están vivas, así que nuestra obligación es estar preparados para buscarlas y localizarlas en el menor tiempo posible».
Dentro de esa labor, resulta especialmente importante que los participantes en los operativos tengan la preparación adecuada para seguir buscando durante la noche. «Con el frío y la oscuridad es cuando más nos necesitan las personas desaparecidas», ha manifestado el inspector jefe del SPEI, Eduardo J. Sánchez.
Por ello, los bomberos de la Diputación de Zaragoza «llevamos tiempo haciendo búsquedas nocturnas y por eso este año decidimos que una de las acciones de formación se dedicaría a mejorar nuestra respuesta en este tipo de intervenciones», ha explicado.
PRÁCTICAS EN BELCHITE
Las prácticas se están realizando en Belchite, junto al santuario de la Virgen del Yugo, comienzan a última hora de la tarde y se prolongan hasta cerca de la medianoche. El primero de los talleres sirve para unificar los distintos métodos de trabajar con el GPS y el segundo enseña las principales técnicas de búsqueda sobre el terreno.
Los otros dos permiten optimizar el uso de dos herramientas tan útiles como las cámaras termográficas –que al detectar la temperatura pueden localizar a una persona viva en plena noche– o los perros de búsqueda y salvamento –actualmente el grupo de guías caninos del SPEI cuenta con cuatro animales entrenados para localizar personas vivas–.
La jornada termina con un simulacro en el que los bomberos, divididos por grupos, tienen que aplicar las técnicas aprendidas a un caso real. En estas prácticas sobre búsqueda nocturna de personas desaparecidas también están participando efectivos de otros servicios de emergencia como los bomberos del Bajo Cinca, los de la Ribagorza y la unidad de guías caninos de la Policía Nacional.
fuente: www.lainformacion.com
