Los Bomberos Voluntarios de Caucete se encuentran en una situación desesperada. Frente a problemas edilicios, movilidades en mal estado y una crítica falta de equipos de protección personal (EPP). Después de agotar todas las vías para resolver los problemas internos y enfrentarse a la obligación de financiar diversas cuestiones con recursos propios, los Bomberos Voluntarios de Caucete han decidido suspender sus servicios. Esta decisión, aunque difícil, se ha vuelto inevitable ante la gravedad de la situación. Si no se encuentran soluciones definitivas pronto, el cierre del cuartel podría ser inminente.
Las dificultades son abundantes y preocupantes. Desde la escasez de EPP hasta problemas estructurales como los baños en lamentable estado, la falta de herramientas y el deterioro de las seis unidades móviles en servicio. Estas unidades presentan graves problemas mecánicos y eléctricos debido a su antigüedad, lo que pone en riesgo tanto a los bomberos como a quienes dependen de su ayuda.
La falta de apoyo de la Comisión Directiva, compuesta únicamente por el presidente Alfredo Albarracin y el tesorero Marcelo Martín, ha generado una sensación de desamparo entre los bomberos. La ausencia de acciones por parte de estos líderes institucionales ha dejado al cuartel en una situación crítica, incluso sin la debida Personería Jurídica que les impediría acceder a subsidios esenciales.