El aluvión que el 16 de diciembre destruyó dos tercios de la Villa Santa Lucía, en la Provincia de Palena, arrasó con todo a su paso.
La masa de barro que hace poco más de dos meses descendió por el cauce del Río Burritos, no hizo distinción entre viviendas, un gimnasio, la escuela, una plaza recién construída, y la única unidad de respuesta a emergencias del lugar distante a 80 kilómetros de Chaitén: su cuartel de Bomberos.
Rodrigo Cisternas, capitán de la compañía, explicó que la unidad está conformada por 12 voluntarios, pero que «con el aluvión lo perdimos todo: nuestro cuartel, nuestro único vehículo, uniformes y material de trabajo”.
La «bomba» estaba ubicada en la primera calle del sector norte de la localidad, y fue uno de los primeros inmuebles en recibir el impacto del aluvión. Las pérdidas fueron cuantificadas en unos $500.000.000.
Tal situación fue corroborada en terreno por Raúl Bustos, secretario nacional de Bomberos y encargado del Sistema de Operaciones, quien visitó el área junto a Alberto Vásquez, presidente regional de la institución.
“No quedó nada, ni siquiera un metro de línea de manguera. La reposición de los materiales, del vehículo del cuartel, es urgente, porque hoy no hay medios en el lugar para extinguir un incendio. La unidad de Bomberos más cercana se ubica en La Junta”, precisó Vásquez.
El dirigente regional de los voluntarios advirtió que “hay gente que retornó a vivir a la Villa Santa Lucía, y tenemos voluntarios en el lugar. Lo que se requiere son los medios técnicos para proteger a esa población”.
Fuente: www.soychile.cl
