Una empresa de servicios de sistemas contra incendio me comentó que varios de sus antiguos clientes habían tomado la decisión de no probar ni mantener sus sistemas de alarmas de incendio, como una manera de reducir costos en esta inconstante economía.
Y muchos de los clientes que continuarán con las pruebas, han optado por postergar la reparación de los sistemas de alarmas de incendio que en las revisiones indican como defectuosos.
Los códigos y normas establecen un nivel mínimo de protección y un nivel mínimo de confiabilidad inherente para un sistema instalado. La mayoría de nosotros comprendemos claramente que las pruebas y el mantenimiento son de importancia fundamental para el funcionamiento continuo de los sistemas contra incendio.
Es comprensible que los vaivenes económicos afecten a las personas de muchas maneras distintas, pero quienes son responsables de proteger a los ocupantes de sus establecimientos deben entender que la reducción de los costos mediante la falta de mantenimiento de los sistemas de alarmas de incendio hace que esos sistemas se vuelvan menos confiables. Ello reduce la capacidad de los sistemas de proteger la seguridad humana y tiene el potencial de poner en un mayor riesgo a los ocupantes de esas edificaciones.
Aquellos países con normativas claras hacen responsables a los propietarios del mantenimiento de los sistemas instalados en sus establecimientos.
Los propietarios deberían además comprender que las normas exigen una pronta corrección de todos los defectos y deficiencias de funcionamiento del sistema que se hubieran detectado. Y si el propietario contrata a una empresa de pruebas y mantenimiento externa y dicha empresa no corrige un defecto o deficiencia de funcionamiento al finalizar su inspección, prueba o mantenimiento, la empresa debe informar, por escrito, al propietario del sistema o a su representante designado sobre la condición defectuosa, dentro de las 24 horas. Los sistemas de alarmas de incendio generalmente monitorean el estado operativo de otros importantes sistemas de protección contra incendios, como los sistemas de rociadores automáticos. Si el propietario opta por no mantener el sistema de alarmas de incendio, dos importantes sistemas de protección contra incendios que contribuyen a la seguridad humana podrían verse negativamente afectados.
Es importante que los Organismos de Control locales y Empresas de Seguros recuerden a los propietarios sobre la obligación de mantener sus sistemas de alarmas de incendio y garantizar que estos sistemas permanezcan operativamente confiables. No importa cuán “mala” pueda volverse la economía, reducir los costos mediante la falta de mantenimiento de los sistemas de protección tendrá graves consecuencias. Ninguna suma en los ahorros podrá siquiera compensar el potencial de la pérdida de vidas o la destrucción de bienes debido a que un propietario ha optado por no mantener un sistema de protección.
Ofic. Ing. Eduardo Javier Granda
Bomberos Voluntarios Pilar (B)
Esp. Certificado en Protección Contra Incendios CEPI-NFPA.