CAAGUAZÚ.-El presidente del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Caaguazú, Daniel Mieres, muy apenado por el asesinato de uno de los antiguos integrantes de ese grupo en un asalto ocurrido frente a su vivienda el pasado sábado, ordenó el cierre del cuartel a pedido de los que fueron compañeros de la víctima.
El fallecido fue Julián Núñez, quien sirvió durante 16 años como voluntario en dicho grupo. Así, Caaguazú en este momento está sin el servicio de los bomberos como señal de protesta contra los actos criminales que mantienen en zozobra a las familias caaguaceñas.
Núñez, de 46 años de edad, fue acuchillado por malvivientes para robarle un teléfono celular, en el barrio San Lorenzo, donde residía.
Quejas
Fue precisamente el elevado índice de inseguridad lo que motivó que autoridades de esta zona mantuvieran una reunión con jefes policiales, a quienes expresaron su preocupación por el auge de delitos que ocurren en esta parte del país.
Según informaron a los policías, la comunidad es azotada por asaltantes que atacan diariamente a las personas que circulan en horas de la noche, especialmente a jóvenes universitarios que concurren a sus respectivas facultades. Varios de los criminales se movilizan en motocicletas.
Señalaron que incluso hubo casos de violaciones a mujeres estudiantes luego de ser despojadas de sus pertenencias, asunto que la policía ahora investiga.
Los que realizaron el reclamo son el intendente municipal Alejo Ríos (PLRA), el presidente de la Junta, Luis Alvarenga (ANR), más los concejales así como los diputados Miguel del Puerto (ANR) y Esmerita Sánchez (PLRA).
Los policías que escucharon los reclamos fueron el jefe de Orden y Seguridad, comisario principal Juan González, su camarada Silvio Solabarrieta y el asesor jurídico de la policía, comisario Laureano Almada.
Acabó la paciencia
Las autoridades comunales y los diputados reiteraron varias veces a los policías que urge retomar la seguridad porque la gente ya perdió la paciencia luego del cobarde asesinato del bombero Julián Núñez.
Mientras todo esto ocurre en la población caaguaceña, las patrulleras policiales “están pescando en las rutas”, cuando que la misión que les compete es recorrer por los lugares donde abundan los delincuentes, en los barrios, sectores periféricos, y el centro de la “capital de la madera” como se la conoce a Caaguazú, sitios elegidos por los malvivientes para cometer sus fechorías, indicaron.
Por su parte, la diputada Esmerita Sánchez dijo tener informes de que el control policial que se hace en “Toro Blanco” es a solo efecto de “pedir coimas”.
Agregó que los efectivos suben a los ómnibus de pasajeros y que a los choferes que transportan mercaderías piden “500.000 guaraníes” para dejarles seguir su camino.
Manifestó que todavía no cuenta con las pruebas, pero que cuando las tenga hará la denuncia como corresponde. La legisladora refirió que mientras los encargados de la seguridad están pidiendo coimas en las rutas, los bandidos roban, violan o matan a humildes trabajadores de este sector del país.
fuente : www.abc.com.py