Fallo de la Corte de Apelaciones de La Serena dejó sin efecto la intervención con la que se cerró la Quinta Compañía local, por considerar la medida de “arbitraria e ilegal”.
En otras comunas alertan conflictos y “situación generalizada” en la institución, que dejaron a siete voluntarios fuera de las filas en la comuna de Combarbalá.
Continúan los conflictos al interior de las compañías de bomberos de algunas comunas de la región, luego de que la justicia considerara “arbitraria e ilegal” la medida tomada en La Serena de cerrar temporalmente una compañía tras una serie de irregularidades, a lo que se suman nuevas denuncias por parte de voluntarios de Combarbalá.
La Corte de Apelaciones de La Serena determinó dejar sin efecto la “intervención” realizada en la Quinta Compañía de Bomberos La Serena, medida tomada por el directorio tras una serie conflictos entre los voluntarios, luego de que un grupo denunciara un millonario robo y presencia de armamento de guerra al interior del cuartel.
Los problemas llevaron a que en consejo de directorio se tomara la determinación de cerrar por completo la compañía y suspender a los bomberos activos, para realizar una “reestructuración completa”, que pusiera fin a un sinfín de situaciones “que ponían en riesgo la integridad de los mismos voluntarios y el servicio que entregan a la comunidad”, según explicó en ese momento el superintendente del Cuerpo de Bomberos de La Serena, Christian Martínez.
LA RAÍZ DEL CONFLICTO
Todo quedó al descubierto en agosto, luego de que un grupo de bomberos, considerando que habían sido “injustamente desvinculados” de la institución, presentaron un recurso de amparo ante el tribunal de alzada, asegurando que tras una grave denuncia por robo, las autoridades bomberiles no habían denunciado los hechos oportunamente, y en cambio, los despidieron a ellos.
Consultado por esa situación, Martínez explicó el conflicto. El superintendente detalló a El Día, que “la convivencia era insostenible” entre los voluntarios de la compañía, contexto en el que un grupo de ellos se percató a través de cámaras de seguridad, que el director de la compañía, sustrajo una suma de dinero que superaba los 4 millones de pesos desde una caja fuerte y la ingresó en su cuenta bancaria. El responsable fue desvinculado y al día siguiente los bomberos que denunciaron el hecho habrían realizado “una suerte de redada”, según Martínez, en la que revisaron los casilleros, encontrando entre las pertenencias del mismo director, municiones de guerra, ante lo cual se solicitó la intervención de Carabineros a través del GOPE, con lo que el ambiente se tensó más aún.
Para poner fin a los problemas, se decidió tomar una “medida radical” que no había sido usada en la región, que es la intervención para cerrar el cuartel y reestructurarlo desde cero, y luego de eso, reingresar a los bomberos, que debían pasar primero por un proceso de postulación. La medida fue criticada y tildada de “arbitraria” por parte de los involucrados, razón del recurso en la corte.
MEDIDA “ILEGAL Y ARBITRARIA”
El plazo para que terminara la intervención era el 31 de diciembre, pero Martínez proyectaba la resolución del conflicto para unas semanas antes. Sin embargo, todo quedó en nada cuando la Corte de Apelaciones de La Serena entregó su veredicto por el recurso de amparo presentado por los bomberos. Tras recibir los antecedentes de las partes, el tribunal de alzada dio la razón a las denuncias de los voluntarios de la compañía, indicando que “el directorio recurrido ha asumido el rol de una comisión especial para el juzgamiento del mismo, sustituyendo a quien está encargado por la ley de tal labor, lo cual atenta en contra de lo exigido en la norma contenida en el inciso 5° del N° 3 del artículo 19 de la Constitución Política de la República”, por lo que se dejó sin efecto la intervención. Con la decisión de la Corte, se ordenó revertir la acción.
Consultado por esa situación, el superintendente indicó que la compañía se encuentra “abierta y operativa, funcionando con normalidad con la misma gente que la compone”. Martínez evitó hacer comentarios sobre el revés a la medida que tomó el directorio, argumentando que “no me voy a pronunciar en relación a un proceso judicial que aún está abierto, porque hay instancias judiciales superiores que se podrían agotar en esos términos”.
TENSO AMBIENTE EN COMBARBALÁ
Con el fallo del tribunal de alzada se cierra una etapa, pero las aguas no quedaron tranquilas luego de que se conociera lo sucedido en La Serena. Luego de la publicación de El Día, comenzaron los llamados. Una persona que prefirió reservar su identidad indicó que «la situación se repite en todas las compañías, y en algunas pasan cosas más graves”, alertando que en el Cuerpo de Bomberos de Combarbalá incluso había un grupo de voluntarios que estaba pensando en renunciar, debido a conflictos con la comandancia, por problemas de transparencia, los que además “se intentaban callar”. Contactados, algunos bomberos de dicha comuna confirmaron la situación e indicaron que cerca de ocho voluntarios habían presentado la renuncia, luego de un sinfín de problemas con la familia que cuida el cuartel, la que a juicio de algunos, mantiene los cargos entre su gente de confianza, con lo que se habrían generado otros inconvenientes “por temas de plata” y desacuerdos. Por otro lado, sostienen que las autoridades bomberiles de Combarbalá “no dan cuenta de las paltas y cuando uno se las pide, se enojan”, afirmando también que el superintendente del Cuerpo, Francisco Niery, quien además es tesorero de la dirección regional, posee una empresa, la cual se había adjudicado proyectos en otros cuerpos de bomberos, lo que muchos consideraron “inaceptable”. Todo se suma, indican, a frecuentes actos de indisciplina, como consumo de alcohol y drogas al interior de los cuarteles, situación que describen como “generalizada” en los cuerpos de Bomberos, ante lo que declaran “estar cansados”. Contactados algunos de los implicados, aseguraron que han hecho ver sus reclamos, pero indicaron que no solo habrían recibido negativas, sino también amenazas de que serían alejados de la institución y habían sido víctimas de constantes hostigamientos y acosos, los que finalmente terminaron por colapsar a un grupo de bomberos, que desde hace algunas semanas ya no forman parte de las filas de la Primera Compañía de esa comuna.
PROBLEMAS A LA LUZ.
“Tomé la decisión de retirarme de la institución, porque mi integridad física, psicológica y moral corre peligro, no me voy a arriesgar, aunque siento mucha pena, porque no son pocos los años de servicio”, sostuvo uno de los involucrados, quien prefiere mantener reserva de su identidad por miedo a “persecución y represalias”. Entre los demás bomberos la sensación es la misma y manifiestan que la situación se volvió “insostenible” cuando los hechos se conocieron a través de un medio de comunicación local, en el que se detallaron las denuncias, lo que habría generado el enojo de las autoridades bomberiles, quienes los habrían citado a declarar para pedir explicaciones y que revelaran quién había hablado. “Quieren callar todo lo que pasa” sostuvieron. “Lo que sucede es que se perdió el valor de la lealtad, la cortesía, el valor del caballero del fuego y ahora está el compadrastro. Los amigos pasan colados y el resto está castigado, entre ellos se ocultan cosas y por eso nadie hace nada (…) La insignia de Bomberos transmite honradez, pero detrás de ella hay muchas cosas ocultas que la desmoronarían, la harían pedazos”, sentencia uno de los implicados.
APUNTAN A “PROBLEMAS PERSONALES”
Consultado por El Día, el superintendente del Cuerpo de Bomberos de Combarbalá, Francisco Niery, reconoce el conflicto, pero afirma que se trata de “problemas personales entre este grupo y la familia que vive ahí”. Niery niega que se les amenazara arbitrariamente con que serían apartados. “Nuestro reglamento dice que cuando los voluntarios no se presentan durante tres meses consecutivos, el capitán tiene la facultad de requisarles el equipo, a modo de sanción, y si a los seis meses aún no se presentan, se les pide la baja. Este es un grupo de siete voluntarios que por distintos motivos no se presentaron durante ese período y se pidió la baja”, explicó. El superintendente afirma que el directorio pidió las cuentas y estas “están al día”. “Somos súper apegados al reglamento con el tema contable, hicimos una auditoría que salió impecable y hora vamos a solicitar al consejo regional que realice otra, para que los voluntarios queden más tranquilos”, indicó. Sobre las disputas, Niery llamó a los voluntarios a solucionar los problemas personales de manera particular y si son en el ejercicio de funciones “seguir todos los conductos regulares como corresponde”, añadiendo que hasta el momento no se ha recibido ninguna denuncia de parte de algún voluntario, recalcando también que las situaciones de acoso como las que afirman sufrir, son sancionadas. El superintendente sostiene que hay muchas situaciones que fueron denunciadas por los voluntarios incluso a través de medios de comunicación, pero que no tenían asidero, “hicieron la acotación de que vendimos una camioneta que era del cuerpo, nosotros podemos hacer la venta de vehículos para ocupar los fondos en otra cosa, está en acta y por acuerdo del directorio que se invirtió en la compra de máquinas de ejercicios que ya están instaladas en el gimnasio, pero ellos decían que no sabían eso”, relata. La autoridad conversó con el director de la radio local que difundió la información y aclararon las situaciones denunciadas, llamando además a Comité de Disciplina a los implicados, quienes habrían negado algunas de las informaciones erróneas que se difundieron.
UNA SITUACION MÁS COMÚN DE LO ESPERADA
Para Niery, la mayor parte de los problemas que vive el cuerpo que encabeza se deben a conflictos personales, “ver problemas bomberiles es difícil, porque nos regimos por estatutos y reglamentos, que los arrastren a las compañías puede ser, pero generalmente no llegan al Comité de Disciplina”. Sin embargo, al igual que este nuevo enfrentamiento, hay otras situaciones al interior de bomberos que parecen repetirse y que sí implican serios conflictos. En la misma comuna de Combarbalá hace un tiempo 10 voluntarios fueron sancionados por consumir alcohol al interior de un cuartel, quienes finalmente “cumplieron con su castigo conforme a lo indicado en los estatutos”, sostuvo el superintendente. Un par de meses atrás una fuente también anónima, afirmó a Diario El Ovallino que en el cuartel de Bomberos de El Palqui, en la comuna de Monte Patria, se realizaban fiestas con alcohol y que además “ha habido ocasiones en donde se han manejado los carros bajo estado de ebriedad”, hechos por los cuales fueron desvinculados dos voluntarios.
PRESTIGIO Y VALORES EN JUEGO
Al superintendente Patricio Niery le preocupa que la “intachable imagen” de la institución se vea afectada “por problemas personales y cahuines, por lo mismo siempre hemos dado la cara y hemos dado respuesta a quienes nos las han solicitado, nunca nos hemos estado escondiendo”, indicó. Por su parte, el presidente del directorio regional, Cristian Martínez sostuvo que “lamentablemente en el último tiempo nos hemos enterado por la prensa de los temas de personas que se sienten individualmente afectadas, por alguna resolución que algún cuerpo pudo haber tomado y eso es lamentable, porque para eso están los conductos internos de la institución”. En el mismo sentido agregó que “es lamentable porque afecta el buen nombre de cada uno de los Cuerpos de Bomberos de la región y los pone en duda. Como consejo regional hemos estado monitoreando algunos aspectos, apoyando de manera profesional a cada uno de los cuerpos para ir despejando las dudas que puedan existir producto de alguna reclamación por parte de sus socios”.
Fuente: Diario el Día