Buenos Aires.- Ser bombero voluntario es pura vocación. En todo el país se repiten las historias sobre cómo arreglan con sus propias manos los elementos para combatir incendios, como ponen dinero de su propio bolsillo o los obstáculos que tienen que superar para poder trabajar. El cuartel de José María Gutiérrez no es la excepción: para entrar y salir deben pasar por una calle de tierra destruída y llena de pozos.
Está ubicados en la calle 455, entre 410 y 411. Aunque hace poco la arreglaron, con las lluvias de septiembre volvieron los problemas. Elías Cantero posteó fotos del lugar sacadas el miércoles en TN y la Gente. Con un poco de humor y resignación, simularon pescar y remar por uno de los charcos más grandes, justo en la puerta del cuartel.
«Nuestro cuartel está ubicado en una calle de tierra, por la que cuando pasan nuestros vehículos de gran porte se dificulta el paso y muchas veces se nos quedan estancados. Generando una demora importante ante un llamado de emergencia».
El cuartel tiene 35 voluntarios, 2 autobombas, una ambulancia y 2 móviles de personal. Una de estas autobombas, la principal, este fin de semana volvió al servicio, después de que los bomberos con sus propias manos y tiempo libre se encargaran de arreglarla y ponerla a punto. Así, asisten a los barrios de Gutiérrez y Marítimo, en el partido de Berazategui.
fuente y foto: tn.com.ar