La Pampa.- El jefe del Cuerpo de Bomberos de Toay, Rubén Ozzán, fue denunciado por discriminación y maltrato por cuatro bomberas voluntarias de esa localidad. Las mujeres hicieron una presentación la delegación local del INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo) a fines del año pasado, aunque el expediente no avanzó.
Las mujeres relataron los maltratos padecidos y participaron de una audiencia de conciliación con Ozzán. “Si alguna vez se me salió la cadena, les pido disculpas”, dijo él, que informó entonces que había renunciado al cargo de presidente de la comissión de Bomberos. De todos modos, asumió un hijo suyo y él se mantuvo como asesor. Desde el grupo de mujeres de la Central de Trabajadores Autónoma -que apoya a las denunciantes- aseguran que las apartaron del cuartel y les impiden asociarse.
Las bomberas Luz Marina Sosa, Mikaela Domínguez, Tamara Astrada y Verónica Guiñazú denunciaron a Ozzan porque las increpaba, insultaba y degradaba por ser mujeres. Dijeron que luego de la denuncia sufrieron nuevas amenazas e inclusive ataques contra su vivienda. Guiñazú afirmó inclusive que la abandonaron en un incendio.
En la delegación local del INADI local, con la presencia del delegado Santiago Ferrigno y el asesor Franco Catalani, se desarrolló una audiencia de conciliación entre las partes el 27 de noviembre del año pasado. Pasó a un cuarto intermedio sin que las denunciantes aceptaran el pedido de disculpas y con la promesa de que cesaría el hostigamiento de Ozzán.
Sin embargo, no hubo novedades en el expediente y la mujeres cuestionaron el proceder que tuvo Ozzán de allí en más. El actual asesor del Cuerpo de Bomberos envió una carta documento a una de las mujeres indicando que la denuncia había sido desestimada por INADI. Sin embargo, el abogado de las denunciantes, César Ortiz, hizo una consulta este viernes y no hay resolución todavía. Los citaron para el lunes próximo a una reunión.
La dirigente de la CTA Autónoma, Roxana Rechimont, le dijo que las mujeres fueron echadas de la institución en forma verbal por Ozzán, que ha impedido que ellas se asocien a la entidad, cuya sede permanece cerrada desde hace más de un mes. Hace unos días, algunas de sus integrantes fueron hasta Toay e interpelaron a los miembros de la comisión del Cuerpo de Bomberos, que les explicaron que las mujeres no pueden integrar el cuerpo porque no son socias.
Según la central, Ozzán fue presidente de la comisión del cuerpo de Bomberos desde hace casi diez años a pesar de que el reglamento prohibía que ocupe ese cargo alguien con antecedentes penales. Durante la audiencia en el INADI Ozzán notificó que había renunciado al cargo. Sin embargo, en la CTA dijeron que fue remplazado por uno de sus hijos y él quedó como asesor. Además, varios familiares suyos también formaranla comisión.
“Inútiles, inservibles, solo sirven para limpiar”
En el acta de la reunión realizada en el INADI, consta que las bomberas acusaron a Ozzán de “discriminación abrupta (sic) remarcando constantemente que somos inútiles, inservibles, solo somos capaces de hacer los quehacers domésticos y no para cumplir la función de bomberos, siendo acompañadas por maltratos psicológicos e insultos impropios para los oídos de mujeres de bien que solo buscan cumplir la función de brindar un servicio a la comunidad”.
Las bomberas dijeron que Ozzán no las dejaba entrar al cuartel. Una de ellas, Luz Marina Sosa, contó: “Nos dice que no servimos más que para limpiar y andar con la escoba”. La mujer relató que hizo los cinco módulos de capacitación pero cuando volvían de los incendios no recibía mas que “retos” de Ozzán. Añadió que ante los reclamos de guantes y otros elementos las trató de “mentirosas”. “Nos ha dicho expresiones como ‘fijate, tonta’”.
Sosa también mencionó que con otras personas se refirió a ellas utilizando la palabra “conchudas”. “Este señor nos ha gritado tanto en incendios como en el cuartel”, dijo.
También relató que cuando presentó una carpeta médica, Ozzán la trató de “mentirosa”. “Quise hablar con él pero no pude porque me gritó y se fue”, planteó.
Por su parte, Verónica Guiñazú, que era aspirante a bombero, relató que Ozzán no le permitía la entrada al cuartel ni seguir con los cursos. “Dice que las mujeres son quilomberas, son conventilleras y solo sirven para limpiar”, denunció en el INADI.
Otra bombera, Mikaela Domínguez, dijo que en el cuartel la mayoría eran mujeres. “Solo hay dos hombres, el señor y su hijo”, dijo. “No nos deja progresar ni aprender”, añadió. Consideró que se la discriminaba cuando salen a los incendios. En ese momento, llevaba 63 días suspendida “por reclamar y no ser escuchada”.
“Si me salió la cadena, pido disculpas”
En ese mismo encuentro, el abogado del denunciado, Pablo Ricci, informó que Ozzán había renunciado y que Sosa también había renunciado por propia voluntad. Alegó que las observaciones habían sido por cuestiones de servicio pero no por discriminacion.
Ozzán hizo referencia a su trayectoria como bombero de veinte años. “Si alguna vez se me salió la cadena, pido disculpas. Aunque nunca hice lo que dicen que hice. Nunca las sancioné, salvo a una de ellas a pedido de la comisión directiva. Si sintieron que en algun momento les falte el respeto, pido disculpas. Yo no estoy más en el cuartel. Nunca he tenido mala intención. Me siento mal y angustiado, si alguna vez les falte el respeto les pido disculpas”, manifestó.
Ferrigno hizo una síntesis del encuentro, que pasó a un cuarto intermedio para que las partes reflexionen. Ozzán se comprometió “a no tener ningún problema con las chicas”. La bombera Sosa aclaró que Ozzán “siemre que se enojó pidió disculpas, a veces nos entendimos y otras no, esta es una disculpa más”.
Quedó pendiente en el encuentro si las bomberas aceptaban o no el pedido de disculpas.
Política y antecedentes
Ozzán es un reconocido puntero del Justicialismo. Además, tiene estrecha vinculación con el poder político y con el actual intendente, Ariel Rojas.
Hace unos años purgó una condena de un año de prisión por el delito de homicidio culposo, por la muerte de una niña de 10 años, Karen Altamiranda.
El 19 de febrero de 2001, durante los corsos en Toay, luego de encender el Rey Momo montado sobre un carro, la estructura cedió y cayó, y un elemento de pirotecnia hirió a la niña, que estaba entre el público. A los pocos días falleció. Ozzán fue condenado penalmente como organizador del corso, como jefe de Bomberos de la localidad.
Fuente: www.eldiariodelapampa.com.ar