Buenos Aires.- Un bombero fue detenido durante un allanamiento al Cuartel Central de Berazategui, en el marco de una investigación en la que se logró comprobar, tras una serie de escuchas telefónicas, que se dedicaba a la venta de cocaína bajo la modalidad delivery.
El imputado, un suboficial identificado como Carlos Torres, fue capturado tras un operativo que realizaron efectivos de la Policía Bonaerense en el destacamento, ubicado en avenida 14 y calle 145.
En ese lugar, los uniformados procedieron a inspeccionar el vehículo y los efectos personales del acusado, que a partir de ese momento quedó a disposición de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 20 de Quilmes, a cargo de la fiscal Clarisa Antonini.
Fuentes judiciales confirmaron al Diario Popular que el bombero recibía llamados de los clientes y pactaba la entrega de cocaína.
Asimismo, detallaron que Torres alternaba los lugares de entrega para no ser descubierto.
En algunas ocasiones, visitaba a los compradores en su propia casa, en otras, realizaba las transacciones en una plaza o a la vuelta de la sede de Bomberos, por lo que se sospecha que acudía al cuartel con la droga escondida.
Luego de una extensa investigación, que también incluyó filmaciones, el juez Gustavo Mora -del Juzgado de Garantía N° 7 de Quilmes- libró la orden de allanamiento que posibilitó la captura del narcobombero.
En el destacamento de Bomberos Voluntarios de Berazategui, la noticia cayó como un balde de agua fría. Nadie se lo esperaba ni sospechaba nada. Al menos eso es lo que declararon públicamente, después de ver cómo se llevaban esposado a su compañero del cuartel.
«Era un excelente suboficial. Ninguno de los que compartimos la actividad con él imaginamos esto», manifestó Sergio Tealdi, jefe del cuerpo de servidores públicos de Berazategui.
Aún sorprendido, aclaró que «de ninguna manera (Torres) utilizaba las instalaciones» para la comercialización de la droga.
«Que lo hayan detenido en el cuartel no significa que este lugar sea un aguantadero. Lo vinieron a buscar acá porque los cuarteleros hacen turnos de 24 horas y era más fácil encontrarlo. Estos hechos no hacen más que dañar a una institución que trabaja para la gente», concluyó Tealdi.
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