Rio Negro.- Cada hora que pasa complica más la situación en el incendio que, desde el domingo 23 de enero, quema miles de hectáreas de bosques en cercanías de El Bolsón. Las altas temperaturas y el incesante viento, sumada a la baja humedad, dificultan las tareas de los más de 180 brigadistas que trabajan en el lugar.
Los esfuerzos de la mayoría de ellos están enfocados en evitar que las llamas llegan a la cima de un cerro y bajen hacia el sector conocido como Rinconada Nahuelpan, un sector recuperado por una comunidad mapuche, con algunas viviendas. Es que desde allí, según estimó el Jefe de Bomberos Voluntarios de El Bolsón Alejandro Namor, el fuego podría dispararse hacia otros barrios, el paraje Mallín Ahogado y la planta de gas, donde se almacenan las garrafas que se distribuyen en la zona.
“Lo vamos a pelear a muerte”, anticipó Namor y explicó que en la cima del cerro se instalaron unidades de ataque del fuego, y se trasladaron cisternas para el abastecimiento de agua.
“La situación es muy compleja, si pasa y baja hacia la Rinconada Nahuelpan se va a poner muy feo”, resumió el Jefe de Bomberos.
Así, la pelea porque esa lengua de fuego llegue a la cima pero no comience a bajar se convirtió en las últimas horas en la madre de las batallas de los brigadistas. En el lugar se instaló una autobomba llegada desde Bariloche, además de camiones tanque para la reposición del agua.
La proximidad con las viviendas provocó que el incendio sea considerado de “interfase”, es decir que involucra zonas boscosas y construcciones.
Paralelamente, un sector del incendio avanza sobre el barrio Unión, mientras que otros dos ya se convirtieron en amenazas para las localidades chubutenses de El Maitén y El Hoyo.