Cochabamba.- Luego de permanecer un año y medio como “rehenes” en un taller, ayer el gobernador de Cochabamba, Iván Canelas, recogió y entregó dos carros a la Unidad de Bomberos Nataniel Aguirre.
Los funcionarios de la Gobernación hicieron una colecta interna para pagar los 49 mil bolivianos al mecánico que los arregló.
En junio de 2016, las autoridades de Bomberos informaron que los carros entraron a mantenimiento en abril de 2015, pero, pese a que estaban arreglados, no los podían recoger porque la Gobernación no pagó al mecánico.
En ese entonces, el Gobernador señaló que la internación de los vehículos fue irregular porque los funcionarios no hicieron el requerimiento administrativo y, por lo tanto, no podían cancelar los servicios hasta aclarar lo que sucedió. Pidió que dos funcionarios de la anterior gestión, al parecer comprometidos en el caso, sean procesados por Transparencia, pero aún no se conocen los resultados de las investigaciones.
El comandante de la Unidad de Bomberos, José Luis García, manifestó que con los dos vehícuos se pontenciará el trabajo porque cada motorizado tiene una capacidad de 10 mil litros.
Ahora, la unidad policial cuenta con diez vehículos, cinco están en la zona central, uno en la Estación Policial Integral (EPI) Norte, uno en la EPI Sur, dos en Quillacollo y uno en Sacaba.
García informó que diariamente reciben un promedio de tres llamadas de emergencia para sofocar incendios.
Uno de los mayores problemas que tienen los bomberos es que hay poca agua para apagar los siniestros.
El comandante de Bomberos dijo que la falta de hidrantes en la ciudad dificulta su trabajo.
El 17 de agosto, OPINIÓN denunció que en Cochabamba hay unos 300 hidrantes en varias zonas, pero no sirven.
Sostuvo que hay convenios para que los cisternas de las alcaldías les den líquido, pero no siempre están disponibles y se ven obligados a volver hasta su cuartel general, ubicado en la laguna Alalay, para recargar agua.
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