Buenos Aires.- El 22 de diciembre de 2004, los escobarenses Daniel González y René Rivas fallecieron en un accidente, cuando acudían al incendio de tres empresas.
Este jueves se cumplieron 18 años de una tragedia que sacudió a la región: la muerte de dos bomberos voluntarios procedentes de Escobar, fallecidos en un accidente cuando estaban acudiendo a un incendio en el Parque Industrial de Pilar.
Las víctimas fueron Daniel González, en ese momento jefe del cuartel de Belén de Escobar, y su compañero René Rivas. Durante la mañana del jueves, ambos fueron homenajeados en el monolito que se erige en el lugar del accidente, sobre la calle Frondizi, principal acceso al predio fabril.
Allí se hicieron presentes bomberos de Pilar y Escobar, Defensa Civil, allegados a las víctimas y miembros del grupo Amigos de Siempre, que nuclea a exbomberos de la zona, como los distritos ya mencionados y otros como General Rodríguez, San miguel y Hurlingham.
En un breve acto en el que tomaron la palabra diversos presentes (como Enrique Pared, en ese momento jefe del cuartel de Pilar), se realizaron además ofrendas florales y se hicieron sonar las sirenas.
La tragedia se desató en la madrugada del 22 de diciembre de 2004, cuando cerca de las 2 de la mañana comenzó a arder la fábrica de plásticos Sofamu, que compartía espacio con la firma Unisol. El viento hizo que las llamas se propagasen a un depósito lindero, perteneciente a la fábrica de calzado e indumentaria deportiva Puma, a unos 20 metros de distancia.
Ante la magnitud del siniestro, cincuenta dotaciones de bomberos acudieron al Parque Industrial, entre ellos efectivos procedentes de Escobar. Sin embargo, la autobomba que los trasladaba chocó contra un camión y volcó en el cruce de las calles 9 y 15.
Producto del violento choque fallecieron el comandante Daniel González, de 50 años, y el suboficial mayor Carlos René Rivas, de 46. En el caso de González, era un efectivo conocido en la zona, con 35 años de servicio y uno de los impulsores de la Ley Nacional de Bomberos, que contempla una serie de beneficios para los voluntarios. Años después, en 2011, se bautizó con su nombre al Jardín Nº924 de Escobar.
