El Ministerio del Interior halló una misma rendición hecha tanto en 2019 como en 2020. La cartera ordenó mediante un oficio restituir la totalidad del fondo que financió la adquisición, además de paralizar la entrega de una parte del presupuesto de 2022. Nueve días después, la Junta Nacional devolvió el millonario monto.
El oficio N° 13.292 de la Unidad de Gestión de Riesgos y Emergencias del Ministerio del Interior y Seguridad Pública encendió las alarmas en Av. Bustamante 86, sede de la Junta Nacional de Cuerpos de Bomberos de Chile. En aquel documento, de fecha 20 de junio de 2022, el jefe de la unidad, Camilo Grez, ordena a la entidad bomberil devolver $1.000 millones a la cartera de Interior y paraliza la entrega de parte del presupuesto estatal que financia sus operaciones; equivalente a $9.700 millones.
¿El motivo? Interior detectó que la Junta Nacional de Bomberos rindió en 2020 una compra de uniformes normados por $330.395.933 al proveedor Lion Inc., cuando en realidad ésta ya había sido financiada el 2019 por el Gobierno Regional de Valparaíso, de acuerdo con el oficio al que este medio tuvo acceso mediante Ley de Transparencia. (Revíselo acá).
El 29 de junio, a nueve días de emitirse el documento firmado por Grez, la Junta restituyó la totalidad de los $1.000 millones que financiaron la compra de uniformes Lion y que estaban destinados a otras adquisiciones, según indicó el Ministerio del Interior. Dos días después y en medio de este inusual incendio para la institución, asumió el nuevo presidente nacional, Juan Carlos Field, en reemplazo de Raúl Bustos, bajo cuya gestión ocurrió la doble rendición.
La Junta Nacional es la entidad que agrupa a todos los cuerpos de Bomberos del país, siendo la encargada de administrar y repartir el presupuesto estatal que financia parte de las operaciones bomberiles. Los dineros recibidos por concepto de donaciones de la ciudadanía, en tanto, son administrados por los mismos cuerpos, los cuales cuentan con autonomía y personalidad jurídica propia, sin que pasen por la Junta Nacional, destinándose directamente a la operatividad de las compañías de Bomberos ubicadas en la jurisdicción del donante.
INTERFERENCIA contactó a la Junta Nacional de Cuerpos de Bomberos para conocer cómo se explica que hayan rendido dos veces una misma compra. La entidad no respondió a la consulta, indicando en su lugar que han “implementado un procedimiento de trabajo colaborativo conjunto de nuestros organismos técnicos con distintos servicios y autoridades […] lo que nos ha permitido detectar el error consultado, generándose las medidas correctivas”.
El oficio 13.292 indica que la entidad bomberil intentó rendir en múltiples ocasiones el gasto, sin que la Unidad de Gestión de Riesgos y Emergencias pudiese cuadrar la documentación enviada. Eventualmente, los mismos documentos y su no cuadratura terminarían por develar que el gasto ya había sido rendido anteriormente.
Las tres veces que la Junta intentó volver a rendir la compra de uniformes
El lío de la adquisición de uniformes estructurales con fondos públicos comenzó el 17 de diciembre de 2020, cuando la Junta Nacional de Cuerpos de Bomberos presentó la rendición de cuentas correspondientes al mes de noviembre 2020, bajo el ítem presupuestario ‘Moneda Extranjera’ 2020.
El 19 de febrero de 2021, la Unidad de Gestión de Riesgos y Emergencias objetó parte de aquella rendición de cuentas. En específico, rechazó el egreso contable N° 5982; una compra por $330 millones en uniformes estructurales emitida el 15 de enero de 2020, lo cual pasó, según la Junta Nacional, puesto que no se pudo cuadrar lo pagado. En el formulario de rendición, la Junta señala que dicha compra no tuvo cofinanciamiento alguno.
Dos meses después, el 3 de mayo de 2021, la entidad bomberil remitió subsanaciones a las observaciones, sin que la unidad dependiente del Ministerio del Interior lograra cuadrar la compra, detectándose “una diferencia entre las facturas y el monto pagado”. El 19 del mismo mes se volvió a observar el gasto.
Transcurrido un año de aquella segunda observación, dado que aún “no se habían subsanado las observaciones y con el objeto de acelerar el proceso, se acordó remitir vía correo electrónico los documentos necesarios y evitar tener errores en la presentación oficial de la información”.
Es aquí cuando la Unidad de Gestión de Riesgos y Emergencias comprendió por qué no cuadraban las cifras rendidas por la Junta Nacional: “En dicha documentación se pudo advertir que la compra en cuestión está relacionada con otro gasto rendido anteriormente en los ítems de ‘Moneda Nacional’ y ‘Moneda Extranjera’, en ambos casos en el presupuesto del año 2019 y corresponde al egreso 2289”.
Se pudo establecer entonces que “ambos egresos (5982 y 2289) corresponden a un proyecto único y que tenía un aporte del Gobierno Regional (GORE) de Valparaíso de $1.000.000, lo cual no fue señalado expresamente en la rendición oficial, ni en la subsanación de las observaciones emanadas”.
Al detectar la irregularidad, el jefe de la Unidad, Camilo Grez, conforme a lo estipulado en la Ley Marco de los Bomberos de Chile y en la normativa de la Contraloría General de la República, ordenó el reintegro completo del fondo ya aportado con anterioridad por el GORE de Valparaíso. Además, puesto que es requisito para entregar nuevos fondos contar con la rendición aprobada de los dineros aportados en años anteriores, Interior paralizó la transferencia del ítem ‘Moneda Extranjera periodo 2022’ hasta subsanarse la irregularidad.
La merma a las arcas de la Junta Nacional por aquellos días era importante: según el presupuesto 2022 del Ministerio del Interior, le corresponde a Bomberos recibir $9.730.887 por concepto de “Importaciones y Compromisos en Moneda Extranjera para Cuerpos de Bomberos”, parte relevante del presupuesto total de $54 mil millones de la institución bomberil para este año.
Como se anticipó en este reportaje, el pago se realizó nueve días después de que la Unidad de Gestión de Riesgos y Emergencias paralizara la entrega del presupuesto, subsanándose la observación. La Junta Nacional de Cuerpos De Bomberos, por otro lado, aseguró que los 1,000 millones “fueron depositados en las arcas fiscales, antes incluso de recibir el requerimiento de la Unidad dependiente de la Subsecretaría de Interior, conforme a lo que establecen los procesos administrativos y legales vigentes”.
De momento, la Junta apagó el incendio provocado por la doble rendición. Mientras, según pudo averiguar esta redacción, el Ministerio del Interior no ha tomado acciones legales contra la institución ni sus autoridades
Fuente y foto: interferencia.cl