“Lento pero seguro”, así se podría definir el proceso de rehabilitación que durante el último año y medio ha vivido Felipe Romero, el bombero de Ñiquén quien, tras sufrir un grave accidente durante los incendios forestales de 2017, continúa luchando para poder volver a caminar.
Durante el siniestro, en el que perdió la vida el comandante de Bomberos Juan Bizama, el joven sufrió múltiples lesiones que lo mantuvieron durante semanas en riesgo vital, siendo la más grave una lesión en su pierna que lo ha obligado en varias oportunidades a ingresar a pabellón para ser intervenido quirúrgicamente.
Así también, para recuperar la movilidad asistió durante meses a la Teletón, sesiones que retomó hace unos días, para poder lentamente volver a ponerse de pie, esto a pesar de tener aun instalados tutores externos (fierros) en su pierna.
«Los fierros tenían por objetivo hacer crecer el hueso de mi pierna y actualmente quedaría solo un centímetro para que me los puedan retirar, esto después de que el hueso se termine de consolidar para así poder caminar sin miedo a que se quiebre. Según me explicó el traumatólogo Alejandro Baar, eso sería ya dentro del próximo año, porque el proceso demora meses. Al doctor Baar le agradezco por hacer un trabajo milagroso, ya que otros especialistas habrían simplemente amputado la pierna,” dijo Felipe en conversación con La Discusión.
Además el voluntario de Bomberos, deberá someterse a principios de octubre a una operación a su cadera izquierda, puesto que se le formó un “puente óseo”, que le limita el movimiento.
“Ahora que regresé a Teletón, me están preparando para caminar ya que antes solo me ponía de pie en mi casa para estirar los músculos de la espalda, ya que tanto tiempo en la silla de ruedas me dolía. Logré pararme en una paralela, que es como un camino con dos fierros para afirmarse y di mis primeros pasos después de casi un año y medio. Fue una lluvia de emociones, porque ya por fin podía sentir que estaba caminando, que es lo que más quiero lograr. Eso me dio un golpe anímico impresionante para seguir luchando por mi recuperación”.
La vida tras el accidente
Un giro de 180 grados en su vida fue lo que vivió Felipe tras el accidente ya que, según detalla, pasó de ser un joven activo a estar todo el día en una cama.
“Pasé de ser un joven que le gustaba salir a trotar y recorrer lugares para sacar fotos a estar en una cama todo el día. Afortunadamente después de algunos meses me autorizaron a utilizar una silla de ruedas y eso me subió el ánimo porque podía salir a más partes. Igual la vida en silla de ruedas es un poco difícil, ya que lamentablemente no todos los lugares tienen acceso para sillas y las veredas en muchas partes no están en buen estado, lo que genera que cueste mucho movilizarse”.
Actualmente y pese a todo lo vivido, Felipe decidió retomar su trabajo en la Compañía de Bomberos de Ñiquén, donde se desempeña en la central de llamados.
“Mucha gente se pregunta por qué regresé a Bomberos después de lo que pasó y mi respuesta siempre es la misma. En cualquier trabajo uno está expuesto a sufrir algún accidente, pero eso no significa que uno deje de hacer lo que le apasiona», afirmó el joven.
Fuente y foto: ladiscusion.cl