Jujuy.- Un lamentable hecho en el que una persona murió calcinada por un descuido, motivó a Valeria Karina Valencia a capacitarse en Psicología de la Emergencia, apuntando al auto cuidado del personal. Esta mujer de 35 años, quien se desempeña en el cuartel de Bomberos Voluntarios de Palpalá, brinda contención y asistencia psicológica a sus compañeros, además de realizar las tareas propias de un bombero voluntario.
Entre las labores de las que forma parte están el rescate de personas en riesgo de cualquier tipo como inundaciones, en accidentes de tránsito, en estructuras colapsadas, en incendios, entre otros. «Luego de haber presenciado ese hecho, vi que era mi motivación para que yo decida capacitarme en lo que nos ofrece el Consejo Nacional de Bomberos de Buenos Aires», recordó Valencia al brindarle una entrevista a El tribuno de Jujuy, a fin de conocer más sobre el rol de la bombera.
Ésta orgullosa madre de dos hijos señaló que desde siempre aspiró a formar parte de la fuerza de seguridad. En un principio intentó hacerlo en la Policía de la Provincia, pero por la falta de requisitos, como la estatura permitida, no pudo ingresar. Sin embargo, no se dejó caer y continuó buscando otra profesión para formarse en la vida. En el año 2016, realizó un curso que le llevó nueve meses, para ingresar como bombera voluntaria en la ciudad siderúrgica.
«Lo que me llevó a trabajar aquí fue el deber de ayudar a la comunidad. Mi rol es aportar al cuidado emocional y psicológico de mis colegas, para que ellos puedan cuidar su salud mental. Llevo dos años capacitándome en Psicología de la Emergencia. También estoy estudiando un profesorado para llegar a ser instructora», relató.
«Fueron grandes maestros»
Contrariamente a lo que tal vez hubiera podido ser antes en el entorno laboral con la mujer, ella señaló que jamás se sintió discriminada en su cuartel y que siempre mantuvo una comunicación muy fluida con sus superiores y sus compañeros de trabajo. Apoya la presencia de las mujeres en la fuerza, porque entiende que tienen la misma capacidad que los hombres. «He tenido la suerte en mi cuartel que los jefes más antiguos, de los que uno puede pensar que tienen el pensamiento cerrado, en realidad fueron mis grandes apoyos y maestros» expresó.
En tanto señaló que «el rol de la mujer es el mismo que el del hombre, está a la misma altura, se le da la misma capacitación y soy testigo de que la desempeñan muy bien».
Defusing, técnica que ayuda
Respecto a la forma de asistir a sus compañeros dijo que cuando culmina un operativo que implica un importante desgaste físico y emocional, practican una técnica llamada Defusing. La misma implica hablar de la experiencia que atravesaron para luego poder asimilarla de una mejor manera. «Y para que eso quede en el cuartel y no lo lleven hasta sus hogares», sostuvo Valencia, al momento que agregó que su trabajo no sólo es la asistencia psicológica, sino que también asistes a los diferentes operativos.
«La mente es poderosa»
Ahondó en que su trabajo le enseñó muchas cualidades, por un lado forman parte de un programa que se denomina Bombero Sano, que implica un cambio de alimentación saludable. También, otras cualidades como reponerse, ir más allá de lo que uno cree que puede alcanzar. «La mente es muy poderosa, por ejemplo, cuando estamos con el traje, que nos pesa mucho, y tenemos que transportar a una persona y ya no podes más, pensamos que debemos avanzar un paso para lograrlo, ir más allá de nuestros límites. Yo sé que si me esfuerzo, dos o tres pasos más, los pacientes se pueden salvar» remarcó.
Fuente y foto: www.eltribuno.com