Los Bomberos de Oviedo se niegan a esperar ni un minuto más sentados por las promesas del Ayuntamiento de incorporar más efectivos a una plantilla que, recuerdan, cuenta con cinco efectivos menos que cuando se produjo el trágico incendio de Uría 58. El parque ha dicho basta y «la práctica totalidad» de los trabajadores acaban de decidir en asamblea no participar en los actos del congreso internacional de Prevención de Emergencias que se celebra desde mañana en la ciudad, plantando así a un Ayuntamiento que defiende el evento como «una oportunidad única» para la imagen del cuerpo.
Las protestas provienen en esta ocasión de un grupo de los efectivos incorporados en 2013, la última promoción de personal fijo que entró a formar parte del servicio. Estos consideran que es su deber «echar a andar» las reivindicaciones necesarias para «acabar con el deterioro progresivo» que consideran que sufre un cuerpo que, insisten, actualmente cuenta con sólo 58 personas operativas frente las más de 70 que había hasta hace pocos años.
Según señalan, todo indica que el personal fijo secundará esta protesta de manera casi generalizada, siendo el personal interino el que asuma el peso de las exhibiciones y actividades que el Consistorio comprometió para el congreso. «La organización se ha visto obligada a comprometer la participación del personal interino», señala el bombero Emilio Martínez Vallina, que lamenta que el gobierno municipal recurra a «personal condicionado por su situación de interinidad». Sobre los motivos del boicot, Martínez, que representa al turno cuarto en una comisión creada para representar los cuatro turnos del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS), apunta directamente a la falta de soluciones de unos problemas que vienen siendo denunciados desde hace años. «El actual equipo de gobierno se comprometió a aportar soluciones, pero pasado un año sigue sin dar ninguna», protesta, a la vez que reivindica que «existen cosas mucho más importantes a nivel de emergencias que organizar un congreso».
Es, explica, una decisión meditada, en ningún caso fruto de un capricho, y cargada de argumentos. A los ya expuestos añade, además, que ven «inadmisible» que todavía esté pendiente el nombramiento del nuevo jefe de bomberos, que sólo haya tres sargentos de turnos frente a los cinco de antaño y una total falta de inversiones y mejoras en aspectos como la formación. «En julio se incorporaron siete eventuales, pero hasta enero no estuvieron operativos porque no tenían ni ropa», señala este bombero que advierte de la fuga de interinos a servicios de otros municipios. «Se está gastando dinero para formar profesionales que luego son aprovechados por otros», dice en referencia a la próxima contratación de uno de los interinos por Gijón, que «dejará más vacío aún el parque».
El malestar que se acrecienta cuando los efectivos ven en LA NUEVA ESPAÑA las declaraciones de la viuda de Eloy Palacio al lamentarse que se hace a su marido «el único responsable» del incendio de Uría. «Nos sentimos impotentes porque el informe de la policía judicial fue claro señalando todas las deficiencias con las que contamos», manifiesta el compañero del bombero sierense fallecido el año pasado en Uría. Y se basa en ejemplos como la falta de mantenimiento de hidrantes, denunciada años atrás, un indicio sobre los riesgos a los que la plantilla municipal de bomberos se ve expuesta a diario. «Lo que le pasó a Eloy nos puede pasar a cualquier el día menos pensado», declara.
Frente a estas protestas, el concejal de Seguridad, Ricardo Fernández, trata de quitar hierro al asunto, mostrando comprensión con los trabajadores. «Todos coincidimos en que el personal es insuficiente», afirma el concejal socialista que ve como único camino la oferta pública de empleo que se acometerá este año. «Son once plazas que se sacarán sí o sí», apunta, para luego recordar que el borrador de las bases ha sido bien acogido por los propios empleados.
En lo referente al congreso de esta semana, Fernández indica que la intención del Gobierno es que sirva para «mejorar la imagen del cuerpo» y «convertir la ciudad en centro de atención». No obstante, asegura que respetará la decisión de los bomberos de acudir o no al mismo y descarta que los interinos participen de manera obligada. «Ellos han manifestado interés sin ningún tipo de coacción», añade el concejal que dice que «nunca» pondrá en duda la profesionalidad de los efectivos municipales.
No obstante, el propio concejal confía en que a pesar de las anunciadas renuncias a participar en el congreso no pongan en peligro algunos actos del programa. «Nuestra intervención se limita a algunos ejercicios y prácticas para los que esperamos contar con personal suficiente», concluye el edil de Seguridad.
fuente y foto: www.lne.es