Los bomberos de Timbío son el mayor ejemplo de vocación de servicio y trabajo abnegado en el Cauca. Y todo porque estos valerosos socorristas cumplen su labor literalmente con las uñas como quedó demostrado en una emergencia registrada en una vivienda en el barrio Belén de esta localidad.
La estructura, por razones que son materia de investigación, fue consumida por la llamas y cuando los bomberos llegaron fueron atacados verbalmente por la comunidad, la cual prácticamente combatieron las llamas recurriendo a ollas, baldes y mangueras para jardinería.
“La gente nos increpó violentamente porque llegamos tarde pero hay que decir que Timbío cuenta con un organismo de socorro que trabaja con lo mínimo, que no posee recursos para pagar bomberos de planta entonces por eso la demora en la atención y en la dificultad de prestar un buen servicio.
El problema no somos nosotros son las autoridades municipales o departamentales que no invierten en la seguridad de los timbianos”, sostuvo el comandante de los bomberos, teniente Luis Villarreal, quien agregó que llevan más de un año gestionando ante el concejo y la asamblea para la adquisición de una máquina extintora.
Por esta razón, pero siempre cumpliendo con su vocación, seis integrantes de esta institución llegaron por su propios medios al sitio de la emergencia pero la comunidad, lógicamente indignada por esta situación, obstruyeron el paso a los socorristas y decidió atender la situación por su propios medios. Incluso, efectivos de la Policía ayudaron a los afectados recurriendo a extintores de propiedad de esta institución. Al final solo fueron pérdidas materiales.
“Hemos tocado puertas en todo lado, y a pesar del compromiso del Gobierno Nacional para adquirir las herramientas para nuestra labora, esta es la fecha que no hemos recibido nada y vean las consecuencias: la comunidad casi nos lincha porque creen que somos los únicos responsables en la materia. No señores, las autoridades no cumplen con la que establece la ley en la materia y vea los resultados”, agregó el oficial de bomberos.
Por eso, poco a poco las llamas destruyeron la vivienda y sus propietarios quedaron solo con la ropa que portaban ya que el fuego, más rápido que la voluntad de las autoridades civiles a la hora de solucionar este problema, destruyó por completo el mobiliario, enseres y hasta la caja donde dormía la mascota de la familia. Y eso que la residencia afectada es de propiedad de un concejal de la localidad.
Una vez controlada la situación, los propietarios de la residencia y sus ocupantes solo se limitaron de retirar las camas, los muebles y las ollas destruidas para limpiar así el terreno ya que deberán ahora empezar de cero en la readecuación de la vivienda.
Fuente y foto: www.elpueblo.com.co
