Un masivo homenaje le brindaron los talagantinos al mártir de Bomberos Hernán Avilés. Las calles de la localidad se repletaron de personas que quisieron darle el último adiós a su vecino.
Con banderas chilenas y aplausos, el carro bomba que llevaba su cuerpo avanzó por Talagante.
Antes de la llegada a esa ciudad, sus restos pasaron por Rancagua. Y allí también los vecinos salieron a las calles a saludarlo y darle las gracias por entregar su vida intentando sofocar los incendios.
Cabe recordar que Hernán Avilés, de 36 años, murió cuando quedó atrapado en un inmueble, tras rescatar a una familia.
fuente: ww.lacuarta.com