Cusco.- Ser bombero voluntario no es tarea fácil, los bomberos deben tenerla bastante clara al momento de entrar a servir al cuerpo y saber que sacrificarán tiempo, esfuerzo y hasta dinero, todo por ayudar a los demás, ser bombero en el Perú es una lucha constante, pero bastante gratificante.
Y esto lo sabe muy bien el brigadier CBP (r) Edgar Baca Chevarría, quien recientemente fue condecorado por la municipalidad del Cusco con la Medalla de La Ciudad, distinción máxima que se le entrega a las personalidades o instituciones que jugaron un rol fundamental por el bien y desarrollo de la sociedad cusqueña.
Según nos cuenta el propio efectivo, fueron tiempos muy difíciles, cuando los hombres de rojo hasta tenían que poner de su bolsillo para que los carros contra incendios salgan a cubrir emergencias, además de contar con equipo bastante trajinado y pasar por locales que no eran aptos.
Fue pasando el tiempo y Don Edgar fue haciéndose mayor y uno de los ‘antiguos’ con mayor respeto en el cuerpo de bomberos a nivel nacional, es así que por Resolución Jefatural de la Comandancia General del Cuerpo de Bomberos del Perú fue condecorado con la máxima condecoración entregada a un bombero voluntario, con la medalla Dios Patria Humanidad.
“Tengo muchas cosas que contar y muchas experiencias para recordar, solo sé que estoy muy agradecido y contento, soy un bombero de larga data y seguiré siéndolo por el resto de mi vida, es lo que hago y es lo que soy y me siento muy orgulloso de pertenecer a esta hermosa institución, siento la misma emoción que sentí un 17 de setiembre de 1957, día en que vestí por primera vez el uniforme rojo”, citó muy emocionado al momento de recibir su medalla.
El brigadier también mencionó que lo único que pediría es más apoyo al cuerpo por parte del gobierno nacional, regional y por parte de las municipalidades, ya que los bomberos trabajan sin pedir nada a cambio, pero por lo menos se les tiene que dotar de vehículos, combustible y buen equipo.
“Es un deber cívico el apoyar a los bomberos, nosotros no pedimos nada a cambio y nunca lo haremos, no queremos que nos paguen ni entrar a planillas jamás, todos somos profesionales y nos valemos por nuestro empleo; en las compañía se trabaja con una verdadera vocación de servicio y con la mística que todos llevamos dentro, solo queremos que nos ayuden a ayudar”, finalizó.
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