No hay edad para los afrontar los desafíos. Ezio, tiene 11 meses y se convirtió en el ayudante más pequeño del cuartel de Bomberos Voluntarios de Caucete. Su existencia representó el corolario de amor entre sus padres Abril Arrieta y David Romero. Ellos se conocieron trabajando en ese lugar, él ingresó hace tres años y ella, dos.
Desde que se encontraron sabían que debían estar juntos. Contaron que algo los “flechó” desde el primero momento. “No sé si es el compromiso que le ponemos a esta profesión o las ganas de ayudar al otro lo que nos motivó a formar una familia”, dijo Abril, que con sus 20 años puede combinar a la perfección su tarea de bombera y el rol de madre. David, de 23 años, la ayuda en todo momento. Ahora viven juntos y luchan todos los días para criar a su bebé.
Ezio se transformó en el protagonista principal del cuartel. Los más de 22 trabajadores que se desempeñan en esa unidad lo cuidan y protegen permanentemente, ya que viven expuestos al peligro. “Cada vez que surge alguna tarea complicada mis compañeros se encargan de darme una mano, son muy solidarios conmigo y con mi bebé. Le hacen regalo y lo viven mañoseando”, contó Arrieta.
Al pequeño parece que nada lo asusta. Suenan las sirenas y él mira atentamente cada movimiento de los operarios que se calzan sus trajes y salen a sofocar incendios subidos arriba del camión. Es andariego y en su andador recorre los pasillos del cuartel. Toca las mangueras y las pone en posición como queriendo apagar las llamas. Sus padres lo definen como un niño “muy tranquilo” pero bastante curioso.
Ezio pasa algunas noches en el cuartel ya que su madre trabajar en la guardia durante ese horario. Decide llevarlo porque el pequeño sigue amamantándose. La familia de ambos juega un papel clave. Las abuelas desarrollan un rol fundamental en la crianza del pequeño, cuando sus padres tienen que salir a cubrir un incidente de urgencia ellas se encargan de cuidarlo.
Abril recuerda cómo fue transitar el embarazo en el cuartel. Dijo que pasaba largas jornadas con calor y algunos dolores pero nada la detenía para trabajar. Sus colegas le decían que el bebé iba a salir bombero y así fue, o por lo menos es lo que tratan sus papás de encaminarlo por ese sendero.
La joven pareja tuvo que enfrentar grandes fenómenos. Recuerdan que hace algunos meses tuvieron que ir a sofocar un incendio en un predio en Caucete. Al llegar a ese lugar, una señora se acercó hasta Abril y le dijo: “Tenga cuidado mire que usted es mamá”, ella entre lágrimas por recordar a su hijo antes de afrontarse al peligro, le contestó que “desarrolla esa profesión pensando siempre en Ezio, el motor que la mantiene viva”.
Fuente: www.diariohuarpe.com