Neuquen.- El viernes por la mañana, policía e inspectores de tránsito de la localidad de Rincón de los Sauces secuestraron y retuvieron un móvil de los Bomberos Voluntarios de Centenario.
Con el argumento de que la documentación del rodado no era la original, los amenazaron con “demorarlos” cuando no quisieron entregar la camioneta. Pero de todos modos los escoltaron a la Comisaría local con un patrullero y les secuestraron el rodado.
Una cuadrilla de Bomberos de Centenario realizaban una tarea rentada en la localidad de Rincón de los Sauces cuando fueron retenidos por un control de tránsito municipal, en un principio, y por la policía y una Jueza de Faltas, después, quien determinó secuestrarles el móvil y dejarlos a pie con todos sus equipos a cuestas.
El servicio de prevención lo prestaban a una empresa petrolera, quien determina los yacimientos a los cuales deben concurrir los Bomberos en toda la zona, al igual que otras instituciones que también los hacen.
Estas tareas rentadas que generan ingresos extras para el Cuartel que luego se reinvierten en equipamiento y vehículos, se vienen realizando hace unos seis años, y también sirven para conseguir fondos para voluntarios que no cuentan con otros ingresos o trabajo estable.
Según se supo, el hecho estaría vinculado a un “favor político” de alguna autoridad de Rincón de los Sauces, a los Bomberos de esa localidad, quienes atraviesan una complicada situación económica e institucional, de la cual acusan a los foráneos que prestan servicios en “sus yacimientos”.
El suboficial Patricio Álvarez de Bomberos Centenario relató lo vivido: “a la salida de un servicio especial nos intercepta una unidad de colegas de Rincón preguntándonos si había pasado algo, a lo cual le mencionamos que no, que solamente estábamos cumpliendo con un servicio especial, retirándonos de allí hasta llegar por la ruta provincial cinco a la salida de Rincón de Los Sauces en donde se nos pide detenernos para el control vehicular por parte de inspectores municipales que realizan un control sobre una ruta provincial, detenemos la marcha y como cualquier hijo de vecino entregamos la documentación del vehículo a la autoridad de tránsito la que luego de varios minutos empezó a dar vueltas como si algo pasara, para lo que le consultamos y nos dice “algo está mal” entonces le preguntamos qué y nos menciona que la documentación del vehículo no era la original y que no servía la misma.
Le respondemos que como cualquier institución pública la documentación original nunca está sobre el vehículo ya que en varias ocasiones nos ha pasado que las mismas son robadas de las unidades de emergencia y le pusimos como ejemplo a los ambulancias o patrulleros de la policía.
Al no ser comprendidos, no nos dieron más explicación que decirnos al móvil lo “vamos a secuestrar” todo esto ante la atenta mirada de un colega que dice ser bombero. Luego de todo esto, somos convocados nuevamente dentro de una oficina en donde con la autoridad policial presente, nos dicen que nos retendrían preventivamente la unidad hasta que llegara la Jueza, no pudiendo explicar la autoridad de tránsito un procedimiento viciado de nulidad y con una animosidad evidente.
Con el paso de los minutos se presenta la Juez de Faltas , a la que le exponemos la situación y en donde recibimos la peor de las humillaciones, ser tratados como delincuentes y mencionando textualmente “yo no sé si son bomberos, pueden estar disfrazados de bomberos y ser delincuentes” y la unidad no pertenecer a bomberos y estar cometiendo delitos, a lo que respondimos que era ilógico el planteo de una funcionaria pública y que si tanta duda le generaba que nos hiciera identificar con la autoridad policial, ya que nos trasladábamos en una unidad de emergencia, en donde también arremetió diciendo que la unidad no era de emergencia “donde está la emergencia” no la veo nos dijo”.
Luego del cruce de palabras se secuestró y fajó el móvil bomberil, dejando a sus ocupantes a pie con todos los equipos a cuestas.
Otra declaración hecha en la escena, deja entrever el trasfondo político de lo sucedido: un funcionario público se habría sincerado con los Bomberos al decirles: “sé que estoy cometiendo un grave error, me mandaron, se equivocan en lo que están haciendo, pero el poder político y tus colegas están detrás de esto, te pido perdón, si yo no lo hago me despiden de mi trabajo” según contó Álvarez.
Los Bomberos permanecieron en la Comisaría 35 de Rincón hasta que fueron pasados a buscar por otro vehículo. Luego de 24 horas, la camioneta fue restituida por la Jueza de Paz, quien según relataron, rompió el acta de infracción frente a quienes fueron a retirar el vehículo: “Acá no pasó nada, nos dijo”, concluyó Patricio Álvarez.
Fuente y foto: www.centenariodigital.com
