Buenos Aires.- Tras reafirmar su compromiso con la comunidad y que no dejarán de brindar su servicio, desde el Cuartel Central señalaron que exigirán mayor seguridad para atender casos conflictivos. Malestar con la Policía.
Los bomberos voluntarios del Destacamento Canning-El Jagüel acudieron, a pedido de la Policía, a apagar los neumáticos encendidos frente a la Comisaría 4ta. de Esteban Echeverría por quienes reclamaban justicia por Milagros Cejas, la adolescente de 14 años asesinada hace dos semanas, pero terminaron siendo atacados a piedrazos por un grupo de manifestantes ante la pasividad de los policías que los custodiaban, hecho que cosechó un repudio generalizado.
Ante esta agresión, que provocó la rotura de vidrios y daños en la carrocería del vehículo del Destacamento 2, los bomberos decidieron retirarse y esperar. “Tuvimos miedo”, reconocieron quienes fueron al operativo.
El jefe de los Bomberos Voluntarios, Claudio Pucheta, explicó que “concurrimos al lugar porque la Policía nos había avisado que no quedaba gente, pero a ocho cuadras del lugar fuimos sorprendidos por 10 personas, que a pesar de que iban acompañados por la Policía nos arrojaron piedras”.
Ya en otras dos oportunidades los bomberos fueron atacados cuando acudieron a apagar el incendio de la vivienda de los acusados de este homicidio y tuvieron que esperar a la Guardia de Infantería para poder trabajar y evitar que el fuego se propagara a otras casas.
“Entendemos el dolor y la angustia de los familiares y vecinos de Milagros, pero no comprendemos las razones de este ataque”, subrayó Pucheta, quien reconoció que temió por la integridad de sus agentes.
Por ello, adelantó a este medio que “exigiremos más seguridad a la hora de tener que asistir ante hechos de este tipo. No puedo poner en peligro la vida de 120 bomberos que tengo a cargo, todos voluntarios y que no perciben un peso por su servicio”.
“Repudiamos fervientemente este tipo de hechos y comunicamos a los vecinos que no vamos a dejar de brindar nuestros servicios salvaguardando vidas y bienes de nuestra comunidad”, subrayaron.
El cuerpo está conformado por el Cuartel Central de Monte Grande y los destacamentos Canning-El Jagüel y 9 de Abril, con los que deben dar respuesta a un distrito de 152 kilómetros cuadrados, unos 400 mil habitantes y un parque industrial en expansión.
Al respecto, Pucheta subrayó que “a nosotros nos cuesta muchísimo mantener el material, en este caso un vehículo importado y que es difícil encontrar repuestos”, al tiempo que explicó que el cuartel cuenta con un subsidio nacional por un millón de pesos anual, otro provincial por 600 mil, aporte de combustible del municipio y un pequeño porcentaje de la Tasa de Seguridad Municipal, por lo que deben vender rifas, ampliar la base de socios y buscar donaciones.
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