Buenos Aires.- Julián Ponce pertenecía al cuartel de la ciudad de Pehuajó. Desde niño padece «temblor esencial», una discapacidad que afecta sus manos en situaciones de tensión. «Fui obligado a firmar mi renuncia», contó durante la masiva marcha que los vecinos organizaron para pedir la renuncia del jefe de esa sección.
“No esperaba hacer una movida así, no es contra de Bomberos, sino a favor de Bomberos. Hoy me tocó a mí, mañana le puede tocar a cualquiera. No busco sacarlo al jefe, yo lo único que busco es volver a sentir el amor como bombero», dijo entre lágrimas durante la marcha que vecinos autoconvocados organizaron para pedir la renuncia del jefe del cuartel, Lucas Chávez.
El joven contó que, al momento de solicitar su renuncia, Chávez y su ayudante Gustavo Brisoliz justificaron su decisión en el hecho de que Julián recibía una pensión por discapacidad y era «incompatible» con la función de bombero. Adujeron que «podían llegar a tener represalias legales, si le llegaba a pasar algo en algún servicio».
Fuente y foto: laopinionaustral.com.ar