Un incendio en el asentamiento de la calle Pil Pil al fondo, en el barrio Chacra IV de esta localidad, dejó como triste saldo tres casas precarias de madera y dos galpones totalmente destruidos más otras dos casas aledañas afectadas, junto con la angustia y desesperación de las familias por las pérdidas materiales ocasionadas sobre casi un cuarto de manzana.
Además, un bombero resultó herido con quemaduras de primer grado en uno de sus brazos durante el intenso operativo para extinguir las llamas, que involucró a medio centenar de efectivos entre Bomberos Voluntarios, de la Policía de Neuquén, Brigadistas del Plan Provincial de Manejo del Fuego y del Parque Lanín con asiento en esta localidad, personal de Defensa Civil y del hospital Ramón Carrillo.
En el lugar, los médicos atendieron también a varios vecinos que presentaban síntomas de inhalación de humo y a una mujer en estado de shock, producto de una fuerte crisis nerviosa.
Las tareas para suprimir el fuego fueron riesgosas por momentos, dado que el viento avivaba las llamas y amenazaba con expandirse sobre las demás casas de ese sector conocido como La Islita, donde conviven familias de escasos recursos económicos.
Muchos de los vecinos colaboraron con el trabajo de los bomberos, en un cuadro de desolación y solidaridad apremiante.
El incendio se originó alrededor de las 17 en una de las casas por razones desconocidas hasta el momento y que es motivo de investigación.
Se presume que el causal podría haber sido un cortocircuito, en razón de los reiterados cortes de luz ocurridos en la zona ayer por la mañana, y que desde la empresa proveedora de energía habían atribuido a la caída de ramas sobre el tendido eléctrico, atento los fuertes ventarrones registrados durante la jornada.
Al producirse la llama sobre la madera seca, alcanzaron apenas unos pocos minutos para que las humildes viviendas quedaran reducidas a cenizas.
Las personas que se encontraban dentro de las moradas pudieron salir al grito de «fuego» y preservar sus vidas, más ninguna otra cosa que lo puesto.
El intendente de la localidad, Juan Carlos Fernández, se hizo presente entre tanta desolación junto a parte de su gabinete, y ordenó la inmediata asistencia social a los damnificados.
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