En seis meses aproximadamente entrarán en operaciones las tres lanchas guardacostas que la Dirección Nacional de los Espacios Acuáticos (Dirnea) transfirió al Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil (BCBG).
Las embarcaciones, tipo albatros, antes denominadas Puyo, Tena y Pastaza, serán adecuadas para combatir incendios y rescatar personas en lugares donde el acceso por tierra es limitado, por ejemplo en caso de inundaciones.
Carlos Alberto Mallarino, jefe de la División Especializada Fluvial (BCBG), detalló que las unidades serán equipadas con monitores de agua, con un caudal aproximado de 250 galones por minuto y presión de entre 140 y 160 libras, con un alcance de 30 a 40 metros.
Pero a más de extinguir el fuego estarán aptas para proveer de agua a los camiones que estén cerca del río Guayas y estero Salado, es decir, desde La Puntilla hasta los Guasmos y por las cooperativas aledañas al brazo de mar que ingresa a Guayaquil. “Hemos trabajado en muchas emergencias, en salvataje de personas que han caído al río, incluso otras que se han querido suicidar”, narró Mallarino.
Estas naves se incorporaron a la Armada del Ecuador desde 2005 para cumplir operaciones y patrullajes enfocados en la neutralización de contrabando de mercaderías, tráfico de estupefacientes, pesca ilegal, asaltos a pescadores, entre otros ilícitos.
Carlos Vallejo, director Nacional de Espacios Acuáticos, informó que los navíos fueron empleados en todos los puertos de Ecuador continental, subordinados a la Dirnea, y significaron un gran aporte para la disminución de varios delitos.
Tras culminar su vida operativa en la Fuerza Naval y con las autorizaciones del Comando General de la Marina y Ministerio de Defensa, estas embarcaciones continuarán sirviendo, pero con un enfoque diferente a otras naves, dijo Vallejo, quien no descartó nuevas transferencias a la institución bomberil, tal como se lo hizo en 2009.
“La idea es que aquellas unidades que cumplen con su vida operativa en la Fuerza Naval, en lugar de que se les dé la baja sean transferidas a los bomberos, quienes tienen su accionar directo con la colectividad”.
Con esto la flota de la División Fluvial es de 7 naves y una de ellas suplirá una reciente baja.
Martín Cucalón, comandante del BCBG, dijo que los trabajos entre las instituciones tienen más de 170 años por tierra y agua, y recordó el incendio de hace 4 años en Esmeraldas Chiquito (sur de la ciudad), donde los moradores permanecieron resguardados por los marinos debido a lo peligroso de la zona.
Con respecto al traspaso de las tres embarcaciones, Cucalón comunicó que les instalarán motores fuera de borda para llegar en el menor tiempo posible a los sitios donde se emitan las alertas. Uno de esos sectores es la Isla Santay, en donde dentro de poco, con la habilitación del puente que la unirá con Guayaquil, se incrementará la afluencia turística, por lo que deben estar preparados para cualquier emergencia.
El titular de la entidad bomberil detalló que al momento el BCBG cuenta con un muelle en la calle Maldonado y otro en Tomás Martínez (compañías Huancavilca N° 38 y Toa N° 39), pero que en los próximos meses se levantará un cuartel para la División Especializada Fluvial en el estero Salado, en el parque lineal de la av Barcelona.
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