Las llamas dañaron el puente de mando donde están los mandos de la nave y, en forma parcial, los camarotes de este buque de mediano porte.
Al inicio del siniestro se escucharon explosiones -lo que hizo temer que el siniestro fuera de mayor gravedad- y una densa columna de humo fue visible desde varias cuadras de distancia.
Fueron 14 los bomberos que trabajaron en el lugar y contaron un camión cisterna de 30 mil litros de agua. Palomeque relató que la dificultad mayor fue que el barco estaba sobre tacos fuera de agua, con una estabilidad relativa. Por ello debió calcularse que la cantidad de agua usada permitiera mantener la estabilidad de la nave y no escorara a un lado, lo que sería de gran riesgo para los bomberos presentes.
“Fue exitosa la maniobra, logramos extinguir el fuego y mantener la estabilidad del barco”, dijo. La tarea llevó dos horas, una para el control del fuego y otra para su extinción”.
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